(ABC) De las 226.000 hectáreas que fueron expropiadas en 1995 por el Estado a la familia Antebi, unas 34.000 ya pasaron a manos de ganaderos y ahora están siendo utilizadas como estancias, de acuerdo a un informe que elaboró el propio Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) en 2009, bajo la presidencia de Alberto Alderete.
En el citado informe, que era preliminar y que se hizo ya bajo el gobierno de Fernando Lugo, se demostró cómo las tierras de Antebi Cue dejaron de pertenecer a familias campesinas que estaban dentro del proyecto de “reforma agraria” que el Estado paraguayo inició en estas tierras, a partir de 2005, con la instalación de varios asentamientos.
Antebi Cue, ubicado entre los departamentos de Concepción y Amambay, costó al Estado paraguayo un total de 45 millones de dólares. En efecto, hasta hoy el Estado sigue pagando a la familia Antebi por estas tierras, cuya calidad para la agricultura no era la adecuada.
Cuando se hizo a adquisición de este predio, desde el entonces Instituto de Bienestar Rural (IBR) reconocían que apenas unas 30.000 hectáreas eran adecuadas para la agricultura.
Situación actual
En todos los asentamientos que fueron creados como parte de la “reforma agraria” en Antebi Cue, los campesinos optan por vender sus derecheras y buscar mejores oportunidades.
Los asentamientos que se formaron fueron “Nueva Esperanza”, “San Isidro Labrador”, “Norte Pyahu”, “Kurusu Eva”, “29 de Junio”, “Rinconada” y “Yvy Marãne’ÿ”.
En todos ellos, los campesinos no lograron encontrar la forma de producir, debido a la mala calidad de la tierra y también por el total abandono del Estado, que no fue capaz ni siquiera de brindarles agua potable o caminos transitables para que puedan desarrollarse como comunidades productivas.
Las familias que siguen viviendo en los asentamientos lo hacen porque no tienen otro lugar adónde ir.
En el citado informe, que era preliminar y que se hizo ya bajo el gobierno de Fernando Lugo, se demostró cómo las tierras de Antebi Cue dejaron de pertenecer a familias campesinas que estaban dentro del proyecto de “reforma agraria” que el Estado paraguayo inició en estas tierras, a partir de 2005, con la instalación de varios asentamientos.
Antebi Cue, ubicado entre los departamentos de Concepción y Amambay, costó al Estado paraguayo un total de 45 millones de dólares. En efecto, hasta hoy el Estado sigue pagando a la familia Antebi por estas tierras, cuya calidad para la agricultura no era la adecuada.
Cuando se hizo a adquisición de este predio, desde el entonces Instituto de Bienestar Rural (IBR) reconocían que apenas unas 30.000 hectáreas eran adecuadas para la agricultura.
Situación actual
En todos los asentamientos que fueron creados como parte de la “reforma agraria” en Antebi Cue, los campesinos optan por vender sus derecheras y buscar mejores oportunidades.
Los asentamientos que se formaron fueron “Nueva Esperanza”, “San Isidro Labrador”, “Norte Pyahu”, “Kurusu Eva”, “29 de Junio”, “Rinconada” y “Yvy Marãne’ÿ”.
En todos ellos, los campesinos no lograron encontrar la forma de producir, debido a la mala calidad de la tierra y también por el total abandono del Estado, que no fue capaz ni siquiera de brindarles agua potable o caminos transitables para que puedan desarrollarse como comunidades productivas.
Las familias que siguen viviendo en los asentamientos lo hacen porque no tienen otro lugar adónde ir.