ARROYITO,- Hoy se cumplen 267 días de aquel 5 de julio de 2014, cuando un grupo de aproximadamente ocho terroristas del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) raptaron al suboficial segundo Edelio Morínigo Florenciano mientras este disfrutaba de un día de cacería con sus amigos. Ahora su familia lanza un pedido para Alcides Oviedo Brítez, comandante en jefe de la banda armada.
El EPP logra tener en sus manos a Edelio el mismo tiempo en que mantuvo secuestrado al adolescente Arlan Fick Bremm, liberado tras 267 días de cautiverio.
La esposa de la víctima, Elisa Mabel Ledesma, pidió al principal cabecilla del EPP, Alcides Oviedo Brítez, que ordene la liberación de su marido, porque considera que su permanencia en la clandestinidad en contra de su voluntad no tiene sentido.
“Le pido a Alcides Oviedo que lo mande liberar, lo tienen en vano; él no tiene la culpa de nada”, manifestó la esposa.
Dijo que es consciente de que el pedido realizado por el EPP al Gobierno (acuerdo humanitario) es algo imposible, por lo que se dirige directo al máximo líder de la banda con la esperanza de que este autorice la liberación de su esposo en esta Semana Santa.
Lamentó que el pedido de rescate no haya sido a la familia, porque si eso ocurriera, los familiares hubieran agotado los pocos recursos que tienen para recuperar con vida a su marido.
Su Historia. Edelio es uno de los 12 hermanos que viven en Arroyito. Pertenece a una familia muy humilde, resaltando él entre todos, porque decidió estudiar con el apoyo de sus padres.
Llegó a Asunción, en la Academia Policial, donde se recibió. Su primer año de servicio lo hizo en la capital, para luego ser trasladado a Cruce Liberación de San Pedro, y finalmente recalar en la comisaría de Núcleo III de Arroyito, donde estuvo más de dos años.
Cuando se recibió de policía ya estaba casado con Elisa Mabel Ledesma, una joven estudiante de Arroyito, con quien tiene sueños por cumplir: una casa propia y tener hijos. “Su primer sueño era concluir su casa, que está construida en el inmueble de sus padres”, dijo Elisa.
HOBBY.
La esposa de la víctima, Elisa Mabel Ledesma, pidió al principal cabecilla del EPP, Alcides Oviedo Brítez, que ordene la liberación de su marido, porque considera que su permanencia en la clandestinidad en contra de su voluntad no tiene sentido.
“Le pido a Alcides Oviedo que lo mande liberar, lo tienen en vano; él no tiene la culpa de nada”, manifestó la esposa.
Dijo que es consciente de que el pedido realizado por el EPP al Gobierno (acuerdo humanitario) es algo imposible, por lo que se dirige directo al máximo líder de la banda con la esperanza de que este autorice la liberación de su esposo en esta Semana Santa.
Lamentó que el pedido de rescate no haya sido a la familia, porque si eso ocurriera, los familiares hubieran agotado los pocos recursos que tienen para recuperar con vida a su marido.
Su Historia. Edelio es uno de los 12 hermanos que viven en Arroyito. Pertenece a una familia muy humilde, resaltando él entre todos, porque decidió estudiar con el apoyo de sus padres.
Llegó a Asunción, en la Academia Policial, donde se recibió. Su primer año de servicio lo hizo en la capital, para luego ser trasladado a Cruce Liberación de San Pedro, y finalmente recalar en la comisaría de Núcleo III de Arroyito, donde estuvo más de dos años.
Cuando se recibió de policía ya estaba casado con Elisa Mabel Ledesma, una joven estudiante de Arroyito, con quien tiene sueños por cumplir: una casa propia y tener hijos. “Su primer sueño era concluir su casa, que está construida en el inmueble de sus padres”, dijo Elisa.
HOBBY.
Su esposa recordó que él acostumbraba irse a la cacería, que incluso lo hacía con algunos de sus jefes de comisarías, porque tenía la fama de tener buena puntería.
“Esa fecha (día del rapto) alquilaron una camioneta y con mis hermanos, primos y sobrinos se fueron, como solían hacer, nunca le dije nada; porque es su único deporte”, dijo la mujer.
Elisa conserva una billetera y un celular de Edelio, con fotos inéditas de él.
“Esa fecha (día del rapto) alquilaron una camioneta y con mis hermanos, primos y sobrinos se fueron, como solían hacer, nunca le dije nada; porque es su único deporte”, dijo la mujer.
Elisa conserva una billetera y un celular de Edelio, con fotos inéditas de él.
UH