Concepción (ABC) Centenares de cabezas de ganado se crían en las 1.395 hectáreas de las que el legislador se apropió a través de prestanombres, en Antebi Cué. Un equipo de ÚH visitó el "afrodisiaco" establecimiento.
"El ojo del amo engorda al ganado", reza un clásico refrán, al cual el diputado colorado Magdaleno Silva hace mucho caso.
En la mañana del jueves 18 de agosto, el legislador observaba la faena de sus peones con las centenares de cabezas de ganado vacuno que asegura no poseer, en el moderno establecimiento pecuario que dice que no es suyo, a 510 kilómetros al norte de Asunción, cuando una llamada telefónica le advirtió que periodistas de Última Hora y el Centro de Información Multimedios (CIM) se acercaban al lugar.
Rápidamente abordó una camioneta Mitsubishi Tritón, color rojo, y se marchó, dejando los trabajos a su hijo, Favio Ramón Silva.
Nadie respondió a los llamados con gritos y palmas. El portón quedó cerrado y los trabajadores próximos a la entrada fueron llamados hacia el fondo. La orden era evidente: No hablen con periodistas.
Los vecinos admiten desconocer cómo se llama, pero todos confirman sin dudar la identidad del propietario: "Sí, ha'e, péa Magdaleno estanciante voi (Sí, así es, esa es la estancia de Magdaleno)", asegura una de las mujeres que atiende en el único almacén a la entrada del asentamiento, al lado de una desolada subcomisaría policial.
Son 65 kilómetros desde el asfalto de la ruta 3, por el polvoriento camino de tierra que conduce a Bella Vista Norte, en la frontera con Brasil. Luego, otros 40 kilómetros hasta el sitio donde un cartel da la bienvenida a la colonia Agrosilvopastoril San Pedro, el primero de los cuatro asentamientos campesinos establecidos en Amambay, en tierras expropiadas en 1995 a la empresa Cipasa, del empresario Roberto Antebi, para ser destinadas para la reforma agraria por parte del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Otras colonias en Amambay son: Rinconada, Nueva Esperanza y San Isidro, más otras cuatro en Concepción: 29 de Junio, Norte Pyahú, San Carlos y Bella Vista Poty.
EXPULSIÓN.
La estancia de Magdaleno Silva está en Rinconada, un asentamiento que se ha ido vaciando de campesinos, expulsados por los estancieros paraguayos y brasileños, que les compran sus derecheras (ocupaciones) con presiones y amenazas.
Desde atrás del cerco externo se observan las edificaciones y riquezas que ha ido acumulando el legislador, desde que a través de prestanombres adquirió los seis lotes en octubre de 2006, adueñándose irregularmente de 1.395 hectáreas, a pesar de no ser sujeto de reforma agraria.
Una residencia de dos pisos, corrales y galpones con techos de chapas metálicas, tajamares, una alta torre de antena para comunicaciones, una camioneta Mitsubishi todoterreno de color negro estacionada, y centenares de animales vacunos que cubren todo el vasto terreno.
Un legislador que ha realizado el sueño de la estancia propia... aunque sea ilegalmente, con terrenos del Estado destinados a la reforma agraria, y a precio regalado.
El diputado Magdaleno Silva (centro) niega haber adquirido tierras en Antebi Cué y solo admite que su hijo Favio Silva es el que posee una propiedad.