Según explicó la hermana Maura Coronel, una de las coordinadoras de la unidad, el nosocomio tiene fichados a 2.624 pacientes de diferentes distritos e incluso de otros departamentos. Muchos de ellos necesitan internarse para mejorar su tratamiento y condición de vida.
Destacó que pese a los reiterados pedidos hechos a las autoridades nacionales, hasta el momento no existe respuesta, aunque dijo tener esperanzas en los nuevos gobernantes, que según explicó, demostraron supuesto interés.
Indicó que para habilitar el servicio de internaciones se necesita la contratación de 8 a 10 enfermeros, el equipamiento de las tres salas disponibles, dos para pacientes y uno para urgencia. También se precisan rubros para personal de servicios generales, alimentación y servicio de seguridad.
La religiosa indicó que ante esta situación, los pacientes graves deben ser derivados a otros centros de atención. “Los pacientes graves los evacuamos a Pedro Juan Caballero y Asunción, lo cual origina muchos gastos para los familiares”, señaló.
Para la religiosa al problema de salud mental se suman pacientes adictos al alcohol y drogas que también necesitan ayuda para la desintoxicación, tarea que tampoco se realiza por la falta de recursos y equipamientos.
Aumento. En el último año aumentaron unos 500 pacientes más que se ficharon en la unidad de salud mental. Pese a todo, el servicio deja buenos resultados, ya que fueron recuperados varios pacientes que vivían en condiciones infrahumanas.
A esto se suma la asistencia psicológica a muchas personas que a diario llegan al lugar.
La unidad de salud mental opera desde enero del 2010 y cuenta con una buena infraestructura incluyendo dos pabellones destinados a internaciones sin equipamiento.
Actualmente asisten tres médicos. Un psiquiatra que presta atención los días sábado, un clínico los días martes y miércoles y una pediatra los lunes y viernes. También trabajan 5 psicólogos que atienden de lunes a viernes.
Los psicólogos asisten también a internos del Hogar de Ancianos y de la Penitenciaria Regional y a niños y adolescentes violentados.
El edificio fue construido con el apoyo de la Municipalidad de Cantabria, España y una ONG de ese país. Los recursos económicos fueron administrados por el Rotary Club de Concepción.
Destacó que pese a los reiterados pedidos hechos a las autoridades nacionales, hasta el momento no existe respuesta, aunque dijo tener esperanzas en los nuevos gobernantes, que según explicó, demostraron supuesto interés.
Indicó que para habilitar el servicio de internaciones se necesita la contratación de 8 a 10 enfermeros, el equipamiento de las tres salas disponibles, dos para pacientes y uno para urgencia. También se precisan rubros para personal de servicios generales, alimentación y servicio de seguridad.
La religiosa indicó que ante esta situación, los pacientes graves deben ser derivados a otros centros de atención. “Los pacientes graves los evacuamos a Pedro Juan Caballero y Asunción, lo cual origina muchos gastos para los familiares”, señaló.
Para la religiosa al problema de salud mental se suman pacientes adictos al alcohol y drogas que también necesitan ayuda para la desintoxicación, tarea que tampoco se realiza por la falta de recursos y equipamientos.
Aumento. En el último año aumentaron unos 500 pacientes más que se ficharon en la unidad de salud mental. Pese a todo, el servicio deja buenos resultados, ya que fueron recuperados varios pacientes que vivían en condiciones infrahumanas.
A esto se suma la asistencia psicológica a muchas personas que a diario llegan al lugar.
La unidad de salud mental opera desde enero del 2010 y cuenta con una buena infraestructura incluyendo dos pabellones destinados a internaciones sin equipamiento.
Actualmente asisten tres médicos. Un psiquiatra que presta atención los días sábado, un clínico los días martes y miércoles y una pediatra los lunes y viernes. También trabajan 5 psicólogos que atienden de lunes a viernes.
Los psicólogos asisten también a internos del Hogar de Ancianos y de la Penitenciaria Regional y a niños y adolescentes violentados.
El edificio fue construido con el apoyo de la Municipalidad de Cantabria, España y una ONG de ese país. Los recursos económicos fueron administrados por el Rotary Club de Concepción.
Fuente: UH