De esta forma se dio libertad de expresión a la gente común que sentía la necesidad de hablar libremente en ese idioma, sin la consabida preocupación de ser discriminado por tal acto.
En aquellos tiempos era frecuentemente utilizada la peyorativa expresión "guarango" para referirse a los guaraníparlantes.
Posteriormente, la Carta Magna del año 1992 consolida al guaraní, disponiendo la obligatoriedad de la enseñanza en la lengua materna del educando.
En una esquina, en un bar, en un mercado, en una obra de teatro, en el colectivo, en una ronda de tereré y un grupo de WhatsApp, nuestra lengua nativa es parte fundamental de la cultura paraguaya.