Muchas veces se coloca en una esquina en donde le llueven clientes, todos coinciden que las empanadas de Ña Marina, como le conocen, son las mejores de la zona. El precio es de tan solo G. 1.500.
La abuelita contó a EXTRA que se levanta a las 2:00 de la madrugada para preparar la masa y el relleno, a veces los prepara en su puestito porque a la gente le gusta comer empanadas recién hechas. Al día prepara unas 200 empanadas, todas terminan muy rápido.
"Demasiado le gusta a la gente, recién había una fila de 10 a 12 personas, toditos me esperaron para comprar mis empanadas. Muchos me ayudan, algunos fritan, otros cargan las empanadas, toditos me dicen abuela. Algunos llevan 10, 15 o 25, le gusta a la gente", contó entre risas.
"Esta bici tengo hace 14 años, porque me robaron la que tenía y después de eso quedé muy mal. Esta bici me regaló una señora, ya es viejita, pero anda todavía", expresó Ña Marina.
Con la venta de empanadas sacó adelante a sus cinco hijos, todos casados y profesionales. Ña Marina continúa trabajando porque le gusta, se siente productiva y lo seguirá haciendo hasta que Ñandejára diga basta, según dijo.
Fuente: Extra