Los organismos de seguridad están confiados en que el chico aparezca con vida.
Por expreso pedido de la familia y de los demás colonos, los uniformados de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) prácticamente se replegaron de modo a no interferir en el proceso de negociación con el EPP y, a la vez, para que los criminales tengan las garantías necesarias para liberar al menor Arlan Fick Bremm, quien se encuentra en poder de la banda armada y cuya aparición es prioridad para el gobierno de Horacio Cartes.
El adolescente menonita fue llevado como rehén por el EPP el miércoles de noche, después de que asaltaran un retiro de la estancia Casa Blanca y el silo de los padres de Arlan, con la intención de llevarse víveres y dinero para subsistir en el monte.
Sin embargo, justo cuando los maleantes estaban a punto de huir con el botín llegaron a la zona militares y policías, lo que desató una balacera en la que fallecieron el vicesargento 1º de Material Bélico del Ejército Hugo Andrés Monges Ramírez y los delincuentes Bernardo Bernal Maíz (20), alias “Coco”, y Claudelino Silva Cáceres (22).
Inicialmente, se creyó que el menor fue llevado solo como “escudo” de los malvivientes y para que estos se aseguraran de que no iban a ser seguidos. Sin embargo, a cinco días del suceso, Arlan no aparece y la hipótesis más sustentable es que la banda pretendería estabilizarse de nuevo en el monte, tras las dos bajas que sufrió, y así pedir un rescate.
De momento, la familia menonita no se abrió ni con los uniformados ni mucho menos con la prensa, aunque se filtró que esperan impacientemente que los secuestradores se pongan en contacto con ellos para iniciar las negociaciones.
ABC