- Informes de inteligencia suponen que la liberación de Arlan Fick Bremm (16) se dilata a raíz de que el primer anillo del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) aún no logró reestructurarse después de las dos bajas que sufrió.
PASO TUYÁ, Dpto. de Concepción. Además, por un supuesto pedido del criminal Lucio Silva (55), en represalia por la muerte de su hijoClaudelino Silva Cáceres (22), uno de los abatidos por uniformados en la noche del plagio.
Conforme a los datos obtenidos ayer en esta colonia del distrito de Azote’y, Arlan Fick Bremm todavía no fue puesto en libertad, pese a que sus padres ya cumplieron con las exigencias del EPP, por la oposición del prófugo Silva, uno de los combatientes del grupo armado, quien perdió a su hijo Claudelino Silva Cáceres, alias “Víctor”, abatido por militares y policías justo cuando intentaba salvar a Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, quien también cayó muerto en la refriega desatada en la noche del 2 de abril pasado.
Claudelino había sido obligado por su padre a abandonar su trabajo y sus estudios en Pedro Juan Caballero y a unirse hace dos años al brazo armado del EPP, grupo que también integran sus hermanos Samuel Silva Cáceres y Jorgelina Silva Cáceres.
Tanto Lucio, como sus hijos Claudelino, Samuel y Jorgelina operaban como “soldados” y bajo las órdenes de Osvaldo Villalba, alias “Alexander”, según se pudo notar en el video grabado por la banda el 24 de diciembre del año pasado en uno de sus campamentos y que después fue entregado a la prensa para su difusión.
Supuestamente, tras el secuestro de Arlan y la muerte de “Coco” Bernal Maíz y de Claudelino Silva, el mismo Lucio Silva habría pedido a la cúpula del EPP dilatar la liberación del secuestrado para vengar la muerte de su hijo mediante el dolor y la angustia de la familia afectada y la desesperación de los organismos de seguridad.
Siempre conforme a los datos recabados, el pedido habría sido acompañado por los hermanos Antonio Ramón Bernal Maíz yFeliciano Bernal Maíz, también combatientes del EPP, hermanos del abatido “Coco” Bernal Maíz.
El enojo que produjo en el seno de la banda armada la caída de dos de sus miembros influyó sustancialmente en que el menor siga retenido, a 44 días de haber sido plagiado y a 34 días de que su familia entregara los víveres por valor de 50.000 dólares en Arroyito y Kurusu de Hierro, en el marco de una de las exigencias de los captores.
Hasta ahora, pese a que hay informes supuestamente certeros que aseguran que Arlan sigue con vida, el EPP sin embargo no envió si quiera una prueba de vida a su familia. Ya no hubo contactos y mucho menos exigencias de los secuestradores.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad siguen prácticamente replegadas y en alerta, para facilitar la liberación del menor, aunque sí se hacen rigurosos controles para tratar de bloquear el desplazamiento de los elementos del ala logística del grupo criminal, de acuerdo con los datos.
Fuente: ABC