Grupos de narcos depredaron una extensa área de la reserva forestal del Cerro Sarambí, distrito de Yby Yaú, para instalar sus cultivos de la marihuana. En tres días de operativo, la Policía destruyó 62 hectáreas de la droga en el sitio, donde también hallaron todos los elementos necesarios para el procesamiento de la “hierba”, cuyo destino es el mercado brasileño.
Tras una serie de avistamientos aéreos y la confirmación a través de informantes, un grupo 50 efectivos conformados por agentes de distintas unidas, bajo el mando del jefe del departamento Antinarcóticos, Crio. Princ. Bartolomé Báez López, irrumpió en la mañana del martes último en la reserva Cerro Sarambí.
Las exuberantes plantaciones de “macoña” estaban instaladas casi a la vista de las personas que transitaban por un camino terraplenado que cruza por la reserva.
De acuerdo a los lugareños, los narcos se instalaron en el sitio a comienzos del mes de diciembre del año pasado. Rápidamente comenzaron a talar todos los árboles y comercializaron los rollos a los propietarios de aserraderos clandestinos instalados en la zona fronteriza. Sospechan que todo ese trabajo fue bajo la protección de las autoridades locales, ya que los depredadores actuaron impunemente.
Luego cultivaron la droga, que es de la mejor calidad, la conocida como la 2x1, que en apenas tres meses ya está lista para la cosecha. Vecinos de la zona confirmaron que los financistas de toda esta operación fueron brasileños, quienes debían acopiar toda la producción a comienzos del mes próximo para enviarlo a los mercados de consumo del Brasil, señalaron.
Durante los tres días de trabajo, los uniformados cortaron 62 hectáreas de la droga, distribuidas en 28 parcelas, todas en plena etapa de cosecha.
También fueron detectados en el área 18 campamentos, en los que fueron encontrados unos 700 kilos de la droga ya cosechada y unos 180 kilos de semilla, totalmente preparadas para el próximo periodo de siembra. Cinco de estos refugios contaban con prensas hidráulicas destinadas para el procesamiento de la “hierba”.
La reserva Cerro Sarambí está ubicada en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay e históricamente es uno de los sectores más utilizados por los narcotraficantes para la siembra de la “macoña”.
Se sabe que para los trabajos utilizan a los lugareños; sin embargo, las autoridades locales nada hacen para evitar que este hecho se repita cada año.
ABC
Las exuberantes plantaciones de “macoña” estaban instaladas casi a la vista de las personas que transitaban por un camino terraplenado que cruza por la reserva.
De acuerdo a los lugareños, los narcos se instalaron en el sitio a comienzos del mes de diciembre del año pasado. Rápidamente comenzaron a talar todos los árboles y comercializaron los rollos a los propietarios de aserraderos clandestinos instalados en la zona fronteriza. Sospechan que todo ese trabajo fue bajo la protección de las autoridades locales, ya que los depredadores actuaron impunemente.
Luego cultivaron la droga, que es de la mejor calidad, la conocida como la 2x1, que en apenas tres meses ya está lista para la cosecha. Vecinos de la zona confirmaron que los financistas de toda esta operación fueron brasileños, quienes debían acopiar toda la producción a comienzos del mes próximo para enviarlo a los mercados de consumo del Brasil, señalaron.
Durante los tres días de trabajo, los uniformados cortaron 62 hectáreas de la droga, distribuidas en 28 parcelas, todas en plena etapa de cosecha.
También fueron detectados en el área 18 campamentos, en los que fueron encontrados unos 700 kilos de la droga ya cosechada y unos 180 kilos de semilla, totalmente preparadas para el próximo periodo de siembra. Cinco de estos refugios contaban con prensas hidráulicas destinadas para el procesamiento de la “hierba”.
La reserva Cerro Sarambí está ubicada en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay e históricamente es uno de los sectores más utilizados por los narcotraficantes para la siembra de la “macoña”.
Se sabe que para los trabajos utilizan a los lugareños; sin embargo, las autoridades locales nada hacen para evitar que este hecho se repita cada año.
ABC