HORQUETA. Una comerciante de esta ciudad lamentó la inseguridad reinante en la zona, debido a que algunos rateros robaron dinero y algunas cosas de su negocio.
El local se encuentra sobre Mariscal López y Mariscal Estigarribia, al costado de la Plaza José Antequera y Castro a una cuadra de la municipalidad.
La dueña es Ramona “Chichita” Ibarra, quien dijo que al abrir las puertas de su local comercial Librería, Papelería y Fotocopias CAMI se sorprendió al observar que los rateros ingresaron por una ventana, ubicada al costado del local.
Manifestó que con un cortahierros cortaron las rejas para ingresar al edificio y forzaron la puerta para entrar del comercio. Comentó que se llevaron varios relojes, entre otras mercaderías y un monto de más de un millón de guaraníes.
Indicó que la pérdida no es grande, puesto que ronda los G. 3.000.000, pero sostuvo que la inseguridad creció y es preocupante. Dijo que el sereno de la municipalidad, quien recorre la zona, nada pudo ver, debido a que los ladrones habrían ingresado al patio de su comercio, donde se encuentra la ventana del local, colindante con la Casa Parroquial de Horqueta.
Agregó que quienes habrían cometido el hecho serían jóvenes, hijos de campesinos que vendieron sus tierras, migraron a Horqueta, donde formaron las villas que son los cinturones de pobreza de la ciudad.
ABC
La dueña es Ramona “Chichita” Ibarra, quien dijo que al abrir las puertas de su local comercial Librería, Papelería y Fotocopias CAMI se sorprendió al observar que los rateros ingresaron por una ventana, ubicada al costado del local.
Manifestó que con un cortahierros cortaron las rejas para ingresar al edificio y forzaron la puerta para entrar del comercio. Comentó que se llevaron varios relojes, entre otras mercaderías y un monto de más de un millón de guaraníes.
Indicó que la pérdida no es grande, puesto que ronda los G. 3.000.000, pero sostuvo que la inseguridad creció y es preocupante. Dijo que el sereno de la municipalidad, quien recorre la zona, nada pudo ver, debido a que los ladrones habrían ingresado al patio de su comercio, donde se encuentra la ventana del local, colindante con la Casa Parroquial de Horqueta.
Agregó que quienes habrían cometido el hecho serían jóvenes, hijos de campesinos que vendieron sus tierras, migraron a Horqueta, donde formaron las villas que son los cinturones de pobreza de la ciudad.
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