HORQUETA. El cura párroco de la Parroquia “Virgen del Rosario” de esta ciudad, Nelson Ramírez, afirmó que la pobreza extrema crece en este distrito y en todo el país, porque no existen políticas de desarrollo del Estado.
Cura parroco Nelson Ramírez |
Dijo que el gobierno de Horacio Cartes como no desarrolla una política agraria que le permita al campesinado producir rubros de renta para la comercialización de sus productos y la falta de mercado.
Sostuvo que los labriegos de la zona se limitan en cultivar rubros de autoconsumo por el bajo precio del sésamo, tampoco cultivan el algodón y otros por la falta de una educación agraria solamente viven del programa “Tekoporã” de la Secretaría de Acción Social (SAS).
Dijo que tanto “Tekoporã” como la construcción de casas populares que realiza este Gobierno no significa ningún desarrollo, debido a que son migajas para un pueblo que se está empobreciendo.
“También los comerciantes de esta ciudad poco venden, debido a que en el distrito es una zona agraria, que no produce nada, razón por la cual el movimiento comercial ha parado”, expresó.
Indicó que los campesinos no están motivados para trabajar en sus tierras, que las venden e ingresan la ciudad, donde al no encontrar fuentes de trabajo se dedican a la delincuencia.
Señaló que la culpa la tienen las mismas autoridades locales y nacionales que antes que fomentar políticas de desarrollo se dedica a la corrupción. Apuntó que a esta realidad se suma el desequilibrio climático, debido a que con las permanentes lluvias y las sequías los labriegos pierden sus propios productos.
Agregó que las autoridades deben observar la situación socioeconómica del país, teniendo en cuenta que si avanza la pobreza podría generarse un caos social, que ya se observa con la protesta de estudiantes y trabajadores.
ABC
Sostuvo que los labriegos de la zona se limitan en cultivar rubros de autoconsumo por el bajo precio del sésamo, tampoco cultivan el algodón y otros por la falta de una educación agraria solamente viven del programa “Tekoporã” de la Secretaría de Acción Social (SAS).
Dijo que tanto “Tekoporã” como la construcción de casas populares que realiza este Gobierno no significa ningún desarrollo, debido a que son migajas para un pueblo que se está empobreciendo.
“También los comerciantes de esta ciudad poco venden, debido a que en el distrito es una zona agraria, que no produce nada, razón por la cual el movimiento comercial ha parado”, expresó.
Indicó que los campesinos no están motivados para trabajar en sus tierras, que las venden e ingresan la ciudad, donde al no encontrar fuentes de trabajo se dedican a la delincuencia.
Señaló que la culpa la tienen las mismas autoridades locales y nacionales que antes que fomentar políticas de desarrollo se dedica a la corrupción. Apuntó que a esta realidad se suma el desequilibrio climático, debido a que con las permanentes lluvias y las sequías los labriegos pierden sus propios productos.
Agregó que las autoridades deben observar la situación socioeconómica del país, teniendo en cuenta que si avanza la pobreza podría generarse un caos social, que ya se observa con la protesta de estudiantes y trabajadores.
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