Pedro Juan Caballero.- De acuerdo a los datos, Fernando Javier Lezcano Giménez (35) se encontraba transitando a bordo de su camioneta marca Toyota, tipo Hilux, color negro, cuando fue cercado por dos sicarios fuertemente armados.
Los marginales, sin mediar palabras, dispararon sus pistolas automáticas calibre 9 milímetros contra la humanidad de su víctima, atentado que fue perpetrado ante la mirada de varios transeúntes.
Pensando que estaba muerto, los matones a sueldo abandonaron el lugar raudamente con rumbo desconocido.
Sin embargo, y de forma milagrosa, Fernando Javier recibió un solo tiro y tras ser auxiliado por la Policía fue llevado hasta un centro asistencial donde, según se informó, se recupera favorablemente. Para la Policía, se trataría de un ajuste de cuentas, común en esta zona del país.
EJECUCIÓN
Delincuente abatido |
Menos de una hora después, dos asaltantes a bordo de una motocicleta perpetran un violento atraco en las inmediaciones de la terminal de ómnibus de la capital departamental.
Según se informó, los marginales ingresaron a un local de venta de bebidas alcohólicas y tras reducir a los encargados del lugar, se alzaron con 4 millones de guaraníes en efectivo y una cadena de oro.
Tras realizarse la denuncia correspondiente, agentes de la Policía Nacional empezaron a “cazar” a los delincuentes hasta que, minutos después, lograron interceptarlos.
Los asaltantes, al verse acorralados, desenfundaron sus armas de fuego y empezaron a disparar contra los agentes del orden.
En ese momento, se desató una violenta balacera por las calles de la ciudad. En su huida, los delincuentes perdieron el control de su motocicleta yéndose a chocar cerca de la cancha Obrero, ubicada en el barrio del mismo nombre.
Un malviviente fue abatido y se trataría de un tal Ariel Cohene, cuyo cadáver fue llevado en una patrullera policial hasta la morgue del Hospital Regional.
Según se informó, los marginales ingresaron a un local de venta de bebidas alcohólicas y tras reducir a los encargados del lugar, se alzaron con 4 millones de guaraníes en efectivo y una cadena de oro.
Tras realizarse la denuncia correspondiente, agentes de la Policía Nacional empezaron a “cazar” a los delincuentes hasta que, minutos después, lograron interceptarlos.
Los asaltantes, al verse acorralados, desenfundaron sus armas de fuego y empezaron a disparar contra los agentes del orden.
En ese momento, se desató una violenta balacera por las calles de la ciudad. En su huida, los delincuentes perdieron el control de su motocicleta yéndose a chocar cerca de la cancha Obrero, ubicada en el barrio del mismo nombre.
Un malviviente fue abatido y se trataría de un tal Ariel Cohene, cuyo cadáver fue llevado en una patrullera policial hasta la morgue del Hospital Regional.