Los parientes del cautivo rogaron a los captores que se comuniquen con ellos para iniciar las negociaciones.
El citado magistrado refirió ayer que ya libró oficios sobre la orden de bloqueo de las cuentas a la Superintendencia de Bancos, al Incoop, a financieras y hasta a Registros Públicos.
Fue en respuesta al pedido del fiscal antisecuestro del Norte, quien de este modo invocó la Ley 4005, que permite que las autoridades soliciten el congelamiento de las cuentas y bienes de familiares de secuestrados.
Con dicho escenario, la familia directa de Félix Urbieta Ramírez queda inhabilitada a disponer de sus bienes para tratar de reunir los 500.000 dólares exigidos por la banda que secuestró al ganadero.
El plagio fue materializado el miércoles de noche por dos hombres jóvenes que irrumpieron en la estancia “San Francisco”, situada en la comunidad Belén Cue, a 15 kilómetros del centro del municipio de Horqueta, departamento de Concepción.
El pago debía hacerse en la zona de Calle 10.
Su sobrina
Ayer se reforzó aún más la teoría de que este nuevo secuestro, el cuarto en curso en el Norte del país, sería obra de la gavilla comandada por el exdirigente campesino de dicha comunidad, Alejandro Ramos Morel, alias Jota, quien supuestamente fue expulsado de la banda armada EPP.
Sin embargo, otra versión señala que Alejandro Ramos, su esposa Lourdes Bernarda Ramírez de Ramos y los dos hijos de ambos, Lourdes Teresita Ramos Ramírez y Alejandro Antonio Ramos Ramírez, simplemente se apartaron del primer anillo del EPP para operar como una célula independiente en Horqueta.
La fugitiva Lourdes Bernarda Ramírez, de hecho, es sobrina del secuestrado Félix Urbieta Ramírez, y conocía perfectamente la capacidad económica de su tío.
“Nadie llamó”
Por otro lado, el intendente de Horqueta, el colorado Arturo Urbieta, quien también es sobrino del secuestrado, actuó de vocero de la familia ayer y en declaraciones a la prensa, en Belén Cue, imploró a los captores que se pongan en contacto.
“No hay nada, nadie llamó. Si nos están viendo o escuchando, que nos llamen, que conversemos, para ver qué hay”, manifestó.
En otro momento, dijo sobre los secuestradores que “ellos son pobres, como nosotros, paraguayos. Y mi tío es un gran trabajador, un hombre sacrificado”.
Posteriormente, insistió en “que nos llamen, que se comuniquen, para ver a qué acuerdo llegamos. Estamos abiertos, que nos llamen”.
El intendente local señaló además estar preocupado por la salud de su tío, porque no llevó sus medicinas para la diabetes.
En cuanto al trabajo de la Fiscalía o de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), indicó que están agradecidos por el acompañamiento en estos momentos.
Por último, sostuvo que “nos sobra rezarle a Dios y decirle a esa gente que nos llamen para que podamos hablar y a qué acuerdo podamos llegar”.
ABC