Sirvió en el hospital lavando ropas de los heridos.
Una lavandera que sirvió durante la Guerra del Chaco, de nombre Cipriana Deleón, quien reside en el barrio Zanja León, de la ciudad de Concepción, cumplió este miércoles 103 años de vida. Ella sirvió a la patria durante la contienda como lavandera, sin embargo, nunca recibió un reconocimiento del Estado paraguayo. Ni siquiera cobra el subsidio de la tercera edad. Doña Cipriana aún es fuerte y vigorosa. Compartió con sus dos hijas, nietos, bisnietos y tataranietos el día de su cumpleaños con mucha alegría.
Recordó con detalles los años de su infancia y juventud, especialmente cuando el país estaba en guerra con Bolivia.
Comentó que ella y otras jóvenes lavaban en el río Paraguay las ropas de los soldados paraguayos heridos en el suelo chaqueño, quienes eran derivados al Hospital Nanawa de la capital del primer departamento.
Dijo que el trabajo lo hacían por órdenes de monseñor Heriberto Agüero, desde 1933 hasta la conclusión de la contienda entre paraguayos y bolivianos.
Explicó que cuatro mujeres jóvenes de la época fueron convocadas por el sacerdote para hacer la tarea de lavado de ropas de los soldados heridos que llegaban hasta el nosocomio de la ciudad.
SIN SUBSIDIO.
Una lavandera que sirvió durante la Guerra del Chaco, de nombre Cipriana Deleón, quien reside en el barrio Zanja León, de la ciudad de Concepción, cumplió este miércoles 103 años de vida. Ella sirvió a la patria durante la contienda como lavandera, sin embargo, nunca recibió un reconocimiento del Estado paraguayo. Ni siquiera cobra el subsidio de la tercera edad. Doña Cipriana aún es fuerte y vigorosa. Compartió con sus dos hijas, nietos, bisnietos y tataranietos el día de su cumpleaños con mucha alegría.
Recordó con detalles los años de su infancia y juventud, especialmente cuando el país estaba en guerra con Bolivia.
Comentó que ella y otras jóvenes lavaban en el río Paraguay las ropas de los soldados paraguayos heridos en el suelo chaqueño, quienes eran derivados al Hospital Nanawa de la capital del primer departamento.
Dijo que el trabajo lo hacían por órdenes de monseñor Heriberto Agüero, desde 1933 hasta la conclusión de la contienda entre paraguayos y bolivianos.
Explicó que cuatro mujeres jóvenes de la época fueron convocadas por el sacerdote para hacer la tarea de lavado de ropas de los soldados heridos que llegaban hasta el nosocomio de la ciudad.
SIN SUBSIDIO.
La anciana comentó que lamentablemente no gestionó a tiempo el cobro de los haberes por haber sido colaboradora durante la guerra. Tampoco recibió un reconocimiento del Estado y menos en materia económica.Dijo que ahora le gestionan el cobro del subsidio de la tercera edad, aunque todavía no tiene resultados.
Su deseo es percibir un pequeño aporte mensual para alivianar los gastos a sus dos hijas, que también ya tienen bastante edad.
LONGEVIDAD.
Su deseo es percibir un pequeño aporte mensual para alivianar los gastos a sus dos hijas, que también ya tienen bastante edad.
LONGEVIDAD.
Respecto a su prolongada vida, la anciana comentó que todo obedece a la alimentación que tuvo desde niña. Además, solo tuvo cuatro hijos, de los cuales dos viven hasta hoy. También indicó que gran parte de su vida la pasó sin pareja, ya que no tuvo suerte en los amores.
Fuente: UH
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