La CEP manifestó en un comunicado su "repudio" por el asesinato, el sábado anterior, de los cinco guardias, hecho que el Gobierno del nuevo presidente del país, Horacio Cartes, atribuyó al grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La Conferencia de Obispos rechazó y condenó el "hecho criminal y sus consecuencias en pérdidas de vidas humanas", y expresó las "condolencias" de los prelados, así como la "cercanía espiritual y solidaridad con los familiares y seres queridos de las víctimas".
Cinco guardias de seguridad privada de una hacienda ganadera de Tacuatí, en el departamento de San Pedro (centro), murieron en el primer ataque atribuido al EPP desde la toma de posesión de Cartes y su Ejecutivo, el pasado jueves.
El EPP es un pequeño grupo armado que opera fundamentalmente en regiones boscosas de los departamentos de San Pedro (centro) y Concepción (noreste).
La Iglesia católica paraguaya afirmó que "el homicidio directo y voluntario no tiene justificación alguna" y añadió que "la vida humana es un valor supremo, es sagrada, y atentar contra ella constituye un grave delito contra la ley moral".
Los organismos de seguridad le atribuyen al EPP secuestros, ataques a puestos policiales y haciendas agrícolas.
El anterior asesinato atribuido al EPP se registró el pasado 31 de mayo, también en Tacuatí, y la víctima fue el ganadero Luis Lindstron, quien había estado secuestrado por el grupo entre julio y septiembre de 2008 y fue liberado tras el pago de un rescate.
EFE
La Conferencia de Obispos rechazó y condenó el "hecho criminal y sus consecuencias en pérdidas de vidas humanas", y expresó las "condolencias" de los prelados, así como la "cercanía espiritual y solidaridad con los familiares y seres queridos de las víctimas".
Cinco guardias de seguridad privada de una hacienda ganadera de Tacuatí, en el departamento de San Pedro (centro), murieron en el primer ataque atribuido al EPP desde la toma de posesión de Cartes y su Ejecutivo, el pasado jueves.
El EPP es un pequeño grupo armado que opera fundamentalmente en regiones boscosas de los departamentos de San Pedro (centro) y Concepción (noreste).
La Iglesia católica paraguaya afirmó que "el homicidio directo y voluntario no tiene justificación alguna" y añadió que "la vida humana es un valor supremo, es sagrada, y atentar contra ella constituye un grave delito contra la ley moral".
Los organismos de seguridad le atribuyen al EPP secuestros, ataques a puestos policiales y haciendas agrícolas.
El anterior asesinato atribuido al EPP se registró el pasado 31 de mayo, también en Tacuatí, y la víctima fue el ganadero Luis Lindstron, quien había estado secuestrado por el grupo entre julio y septiembre de 2008 y fue liberado tras el pago de un rescate.
EFE