La intensa lluvia dejó a su paso raudales que ingresaron a las viviendas. /
Las lluvias fueron calificadas como un diluvio por habitantes de esta ciudad, que no pudieron salir desde sus casas para irse a la hora del trabajo, debido a que las aguas ingresaron en sus piezas y, en algunos patios, se formaron hasta lagunas.
Esta situación se genera debido a que el casco urbano de Horqueta se encuentra en una pronunciada pendiente de oeste al este y los raudales son verdaderos ríos que afectan, principalmente, a los pobladores de la zona baja de la ciudad, que son los barrios Fátima y Las Mercedes. También las erosiones afectan a las calles no pavimentadas de la ciudad y, en algunas zonas, se observan zanjones.
Las precipitaciones con tormentas eléctricas y fuertes ráfagas de viento hasta removieron los techados de las casas y las aguas se filtraron en algunas viviendas. Ante esta situación, la Licenciada en Ciencias Ambientales, Antonia Ramona Martínez, dijo que las intensas lluvias y las ráfagas de viento son producto de la deforestación del territorio paraguayo, que las autoridades nacionales no detienen.
Explicó que los bosques de las décadas del siglo pasado cumplían una función de regular el clima e indicó que los bosques eran murallas verdes que detenían las tormentas de vientos. Sin embargo, por la falta de bosques en la actualidad, las ráfagas de vientos se registran en cualquier hora, destechan viviendas, derriban árboles y hasta postes de la ANDE.
El único camino para detener estos problemas es reforestar todo el territorio y detener la deforestación para salvar los últimos bosques del país. “De lo contrario, la situación empeorará en los próximos años, desertificaremos nuestro propio territorio y seremos víctimas de sus consecuencias”; concluyó.
Fuente: ABC