CONCEPCIÓN.- Los ríos que afectan a la zona del Departamento de Concepción experimentan un rápido descenso y alivian a los damnificados. Muchos de ellos están volviendo a sus viviendas.
El río Aquidabán descendió considerablemente en los últimos días, es así que Paso Barreto ya salió de su aislamiento. La ruta está despejada y las más de 300 familias que salieron de sus casas están volviendo, según explicó Santiago Paredes, secretario general de la Municipalidad.
En Belén, el río Ypané también ya despejó la ruta y experimenta una decreciente muy rápida. Según los pobladores de la zona, si no llueve más, para el 6 de enero, las playas de la ciudad estarán en condiciones para recibir a los veraneantes.
Misma expectativa reina en Paso Horqueta, donde el Aquidabán ofrece las mejores playas del país.
En Concepción, el río Paraguay experimentó un descenso de 1,31 m en menos de una semana. Ayer bajó 16 centímetros y el nivel es de 6,21 m. Con esto, las aguas empiezan a dejar parte del barrio Chaco’i, aunque los damnificados no podrán volver todavía a sus casas por precaución. En Calaverita, barrio San Roque, también las aguas comienzan a replegarse, pero igualmente las familias siguen en campamentos.
Esto implica que unas 500 familias siguen dependiendo de la Secretaría de Emergencia Nacional para su sobrevivencia. Los pobladores de Chaco’í se encuentran en el Puerto Antiguo, ex Molino Harinero y otros locales proveídos al Centro Operativo de Emergencia Departamental (COED).
El barrio San Antonio también ya está fuera de agua y los pobladores vuelven a casa.
UH
En Belén, el río Ypané también ya despejó la ruta y experimenta una decreciente muy rápida. Según los pobladores de la zona, si no llueve más, para el 6 de enero, las playas de la ciudad estarán en condiciones para recibir a los veraneantes.
Misma expectativa reina en Paso Horqueta, donde el Aquidabán ofrece las mejores playas del país.
En Concepción, el río Paraguay experimentó un descenso de 1,31 m en menos de una semana. Ayer bajó 16 centímetros y el nivel es de 6,21 m. Con esto, las aguas empiezan a dejar parte del barrio Chaco’i, aunque los damnificados no podrán volver todavía a sus casas por precaución. En Calaverita, barrio San Roque, también las aguas comienzan a replegarse, pero igualmente las familias siguen en campamentos.
Esto implica que unas 500 familias siguen dependiendo de la Secretaría de Emergencia Nacional para su sobrevivencia. Los pobladores de Chaco’í se encuentran en el Puerto Antiguo, ex Molino Harinero y otros locales proveídos al Centro Operativo de Emergencia Departamental (COED).
El barrio San Antonio también ya está fuera de agua y los pobladores vuelven a casa.
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