La propietaria de la vivienda es Juana Evangelista Rodríguez Galeano, de 67 años de edad. La mujer sobrevive de los ingresos que consigue con la venta de mazamorra (kaguyjy) y, según relató, cuando se percató del incendio ya no pudo hacer nada por la voracidad de las llamas que rápidamente consumieron sus pertenencias.
“Eran cerca de las 21:00 cuando vi el fuego e intenté salvar un santo que tengo, pero no pude. El fuego ya tomó un ropero y luego el fuego ya fue hacia la moto de mi hijo y ya fue imposible apagarlo”, relató.
Menciona además que los bomberos voluntarios de Concepción llegaron al lugar y ayudaron a que el fuego no se propague a otra construcción que está pegada a su casa. La mujer dijo que además de ropas, muebles, electrodomésticos y otros, el incendio se quemó las herramientas de trabajo de uno de sus hijos.
ABC