Yoni Benítez, morador de Bahía Negra, comentó sobre la situación que atraviesan muchas necesidades en el territorio del Pantanal. Aclaró no estar en contra de la declaración del patrimonio del mundo tal como lo impulsan la Senatur y las organizaciones ambientales, pero resalta el padecimiento de los habitantes que requieren que el Estado les preste atención para mejorar sus condiciones de vida.
“Conozco perfectamente el territorio, sobre todo la parte del río Negro. Antes este lugar pertenecía a mi familia, a mis padres, que por necesidad tuvieron que vender sus tierras a lo que hoy día es la oenegé Guyra Paraguay que trabaja en la conservación del medioambiente”, indicó Benítez.
La gente no tiene un ingreso económico seguro, no hay fuente de trabajo, ninguna empresa que otorgue mano de obra; los que trabajan en la función pública son pocos, los moradores para subsistir tienen que recurrir a la naturaleza para alimentar y sostener a la familia, comentó.
En época de abundancia de peces la gente va a la pesca, echa árboles para realizar postes y venderlos porque lastimosamente es la única forma de vivir en esta parte del Chaco, donde no existen otras oportunidades laborales. Otros se dedican a la caza, se recurre a la naturaleza porque no hay otra alternativa, lamentó.
La propuesta de declarar este lugar patrimonio de la humanidad es una excelente idea, la protección del ambiente es fundamental, pero para equilibrar hace falta que el Gobierno otorgue oportunidades para desarrollo de los habitantes, que sean cubiertas sus necesidades básica que no existe, no se prioriza, acotó Benítez.
La escasez de camino de todo tiempo para llegar hasta Bahía Negra es una gran necesidad. Con la última lluvia quedo intransitable, esto incluye a las vías que conducen a comunidades indígenas.
Hasta en el interior del distrito chaqueño se nota la precariedad. Cuando llueve ya es imposible recorrer los barrios por el barro. En casos de enfermedades complicadas, los pacientes son trasladados en lancha a Fuerte Olimpo o en avión a Asunción.
El costo de vida es muy elevado
El costo de vida es muy elevado en Bahía Negra, hasta los víveres que se compran del almacén son caros, debido al costoso flete que se paga para transportar las mercaderías desde Asunción o Concepción por barco, y si este no funciona, todo escasea; el avión de SETAM llega una vez a la semana, si no registran lluvias, ya que no se cuenta con aeropuerto de asfalto.
Al no haber fuente de trabajo, los habitantes viven de la naturaleza. La mayoría no tiene acceso a agua potable, acarrean el líquido crudo del río para consumir, esto afecta sobre todo a los genuinos guardianes de la naturaleza, que son los indígenas Yshir Ybytoso (chamacoco).
UH