El intendente liberal Alejandro Urbieta sigue sin renunciar pese a la fuerte presión de la ciudadanía, quienes ahora cifran sus esperanzas en la decisión de la Fiscalía y la Contraloría.
Los ciudadanos indignados de Concepción cumplieron ayer 83 días de movilización exigiendo la renuncia del intendente liberal Alejandro Urbieta. Paralelamente, apuntan a los resultados judiciales que obran en el Ministerio Público, tanto en Asunción como en Concepción, y al inicio de la auditoría, para forzar la salida del titular de la Comuna.
Ante la negativa de Urbieta de dejar el cargo pese a la fuerte presión ciudadana, los pobladores indignados de la capital del primer departamento consideran que existen dos caminos seguros por donde llegarán al objetivo.
Primero, las acciones judiciales que obran en la fiscalía en contra del jefe comunal.
Y como segunda opción cifran sus esperanzas en la auditoría que realizarán en los próximos días la Contraloría General de la República, que decidió auditar la administración comunal y la Gobernación de Concepción. Esta auditoría fue solicitada hace dos meses por la Junta Municipal gracias a la presión de los manifestantes.
Los casos judiciales. Son dos los procesos, uno por desacato judicial y el otro por lesión de confianza y apropiación que tiene encima el intendente. En ambos casos la fiscalía ya imputó al titular de la Comuna, quien sigue manejando el poder en la Municipalidad. Luego ingresaron nueve casos más en su contra en la esfera judicial. Uno por la supuesta venta irregular del Puerto Municipal Nanawa, por 700.000 dólares a una empresa multinacional.
El segundo caso es por apropiación y lesión de confianza y seis denuncias más recientes que es por malversación de fondos públicos, usurpación de identidad y falsificación de documentos.
Todos estos casos están en etapa de investigación en sedes fiscales de Concepción y Asunción.
“Esperamos que estos trámites avancen, tenemos información de que en Asunción habrá novedad próximamente”, señaló Germán Rojas, uno de los denunciantes.
Se aferra al cargo. El intendente Urbieta, mientras tanto, se aferra al cargo con apoyo de 7 de los 12 concejales y un equipo jurídico encabezado como asesor por Emilio Camacho, correligionario de su padre, Hugo Urbieta. El Partido Revolucionario Febrerista (PRF), comité Concepción, nucleación que era considerada la voz de los sin voz porque siempre ha luchado contra las injusticias que se daban en la ciudad, en esta ocasión se ha llamado a silencio en defensa del intendente Urbieta, hijo de un afiliado al PRF como es Hugo Urbieta.
Incluso, esta familia tiene a otra autoridad que es el actual diputado Luis Urbieta, pero del Partido Colorado.
Pese al poder político que sostiene a Urbieta, los concepcioneros no cesan en su presión y día a día realizan sus protestas, que incluyen movilizaciones, escraches y pintatas.
Estas protestas no solo se realizan en la ciudad, sino que se trasladan a la ruta que da a la entrada de la capital del primer departamento, donde los indignados dejaron sus huellas con sendas leyendas en el asfalto como forma de levantar su voz contra el poderoso intendente.
ABC