La Cooperativa Puerto Casado Poty, dirigida por Francisco Dick, controla el tráfico ilegal de rollos de madera que gira en torno a la ciudad.En abierta violación a las leyes ambientales del país, la cooperativa comercializa palo santo, una especie forestal protegida; lo mismo sucede con el quebracho colorado y otro tanto con postes de palma.
De la mano de una cooperativa, Puerto Casado se convirtió en el principal centro regional de comercialización de rollos de madera, sin control alguno de las autoridades forestales y menos aún de la Secretaría del Ambiente.
Tanto el proceso de corte como la comercialización son absolutamente ilegales: no cuentan con plan de manejo forestal, la madera es robada de Victoria SA, el procesamiento de los rollos se lleva a cabo en una carpintería ocupada por la fuerza y la venta de la madera se realiza sin guías forestales.
UN ESQUEMA PERVERSO
La Cooperativa Puerto Casado Poty ocupa en forma ilegal las instalaciones de Victoria SA, tanto oficinas administrativas como los talleres se encuentran en posesión de los seguidores de Francisco Dick; la sección carpintería se encuentra dentro del predio y en este momento está funcionando a pleno, procesando rollos de madera.En repetidas oportunidades, Francisco Dick juró que no devolverán la fábrica a Victoria SA porque “pertenece al pueblo casadeño”.Si las instalaciones de la firma forman parte del patrimonio popular ¿acaso las utilidades que genera la venta de madera no debería ser también distribuida en la comunidad casadeña? El promedio de ventas mensuales de palo santo es de 60 millones de guaraníes, siendo el ciudadano chino Miguel Xu, propietario de Madera Atlantic C., uno de los principales compradores.El señor Miguel Xu compra piso parquet de palo santo, para su exportación a China popular. Una madera preciosa se depreda para convertirla en piso.
El comercio de madera comenzó hace unos seis meses y en este momento está funcionando a plenitud. La disponibilidad de máquinas gratis, usurpadas de la carpintería de Victoria SA, permite que las ganancias sean mucho mayores aún.
El acuerdo negociado con Madera Atlantic Co. permitió a la Cooperativa Puerto Casado Poty aumentar el ritmo de producción, de allí que también aumentó el tono de las amenazas de Francisco Dick.A esto se suma la venta ilegal de postes de palma, empleados en los hornos de las caleras ubicadas en los alrededores de Tres Cerros, departamento de Concepción. Los trozos cortados con motosierras se acercan a la ribera del río Paraguay y de allí cruzan para alimentar las fábricas de cal.
La Cooperativa Puerto Casado Poty brinda el amparo político para el robo de madera y su comercialización ilegal. Las autoridades casadeñas están fuertemente involucradas en el ilícito, obteniendo millonarios ingresos con la repartición de ingresos.
EN PUERTO CASADO NO HAY TRABAJO
En Puerto Casado no hay trabajo. No existe ninguna opción para tener un sustento familiar digno.Esta situación obliga a los casadeños a ingresar en las tierras de Victoria SA para robar madera.Obligados por los dirigentes políticos que controlan la ciudad, los casadeños se convierten en delincuentes al servicio de un grupo de inescrupulosos que tiene bajo su control la carpintería que también pertenece a la firma de capital coreano.
¿Tienen opción, salvo ingresar a robar madera? No, no existe otra alternativa.Y este es el punto que mayor indignación despierta: la clase política impide sistemáticamente toda oportunidad laboral.El objetivo es mantener cautiva a la población casadeña. Si existiera trabajo digno ¿acaso encontrarían suficientes personas para entrar a robar madera?Si en este momento disponen de suficiente mano de obra, que abastece madera a una carpintería también robada, es gracias a que no existe otra fuente de sustento en la ciudad.Buena parte de la responsabilidad en esta situación tiene el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), que siguen sin devolver a Victoria SA sus instalaciones en Puerto Casado.
La donación de 30.000 hectáreas para reforma agraria no sirvió de nada. La empresa entregó la tierra, pero los únicos beneficiados son los políticos liderados por Francisco Dick, quienes ya se distribuyeron los lotes y están montando sus estancias.
La “lucha por la tierra” se convirtió en una estafa y en una pantalla para ocultar actividades delictivas en el departamento más pobres y aislado de nuestro país.
En ningún momento existió la intención de sacar de la miseria a la población, cada uno de los “luchadores sociales” tuvo como objetivo levantar su estancia a costa del Estado paraguayo, sin importar las consecuencias entre sus compueblanos. Sesenta millones de guaraníes mensuales por la venta de palo santo es buena planta, hay que sumar otro tanto por la venta de quebracho colorado ¿y el dinero dónde va a parar? ¿Figura en las utilidades de la cooperativa?