En Concepción avanza proyecto para los niños

CONCEPCIÓN.-
El proyecto de funcionamiento de una granja escuela está en marcha en Concepción para albergar a 50 niños trabajadores de la calle. Funcionará en el local de la Escuela Agrícola.
El objetivo es acondicionar los edificios existentes dentro de la Escuela Agrícola y realizar algunas construcciones tendientes a habilitar una granja escuela, que pueda albergar a unos 50 niños trabajadores de la calle de 7 a 14 años, que hasta el momento no cuentan con el mínimo acompañamiento de parte de las autoridades.
En la granja, seguirán sus estudios de Educación Escolar Básica, además aprenderán la producción agrícola y ganadera, para lo cual tendrán una huerta y parcelas de cultivos, a más del manejo de animales.
El proyecto encaran representantes de varias instituciones, como la Junta Municipal, facultades de Agronomía y Veterinaria, Poder Judicial, Coordinadora de Educación, Gobernación, Municipalidad y la Aldea SOS.Según María Elina Zavala, concejal municipal y proyectista, el primer paso importante ya se concretó y es la firma de convenio con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, que concede el espacio dentro de la Escuela Agrícola, distante a 6 kilómetros de Concepción. Además compromete su apoyo y colaboración con el proyecto.
La edil indicó que actualmente se está redactando la malla curricular a ser presentado al Ministerio de Educación y Cultura, cuyo titular, el doctor Galeano Perrone, ya dio su respaldo al proyecto prometiendo que facilitará todos los recursos para el funcionamiento.
El gobernador departamental, Emilio Pavón, también ya comprometió su apoyo y sostuvo que la institución estará trabajando en el proyecto, de manera que se concrete y beneficie a los niños muy desatendidos en la actualidad.
El Poder Judicial se encarga de la redacción del aspecto legal, a fin de posibilitar a la organización llevar a los niños hasta la institución con el consentimiento y compromiso de los padres.
En Concepción existen muchos niños y niñas que deambulan por las calles de la ciudad. Varios de ellos trabajan como vendedores de diarios, lustrabotas, golosinas y otro porcentaje se dedica a solicitar monedas en los restaurantes y bares. También hay un grupo minoritario que ya se dedica a la delincuencia.