Los 1.727 kilos de cocaína incautados el jueves durante operativos simultáneos efectuados en Presidente Hayes y Concepción eran de procedencia boliviana y debían ser remesados al Brasil. Ambos lugares intervenidos funcionaban como centros de acopio.
El cargamento de cocaína confiscado por los organismos de seguridad pertenecía a varias organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. Las propiedades intervenidas funcionaban como centros de acopio y estaban equipadas con pistas de aterrizaje clandestinas.
La dueña de la estancia, Lidia Clara Schramm, cobraba US$ 10.000 por cada avioneta cargada con droga que aterrizaba en su propiedad. La mujer llegaba a juntar alrededor de dos toneladas de cocaína boliviana en su predio. Las cargas correspondían a varias organizaciones criminales que luego remesaban la “mercancía” en pequeñas cantidades y por tierra al mercado de consumo brasileño.
Durante el mismo procedimiento también fue incautado un cargamento de 800 kilos de marihuana. Esta droga es comercializada a US$ 500 por kilo en Bolivia o directamente la cambian por la pasta base, que luego es distribuida en nuestro país con el nombre de crack.
Durante los allanamientos también fueron detenidos Jorge Cabrera e Isabelino Núñez, a más de otras dos personas cuyas identidades no fueron proporcionadas por los uniformados.
Protección del EPP
Los investigadores de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) sospechan que esta organización de narcotraficantes operaba en la zona de Concepción bajo la protección de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Varios de los peones de estos establecimientos allanados confesaron a los agentes especiales que hombres vestidos con uniformes camuflados visitaban periódicamente a sus patrones, inclusive estos desconocidos llegaron a verificar las pistas de aterrizajes clandestinas, señalaron las fuentes.
Los investigadores de la Senad no descartan que estos mismos narcotraficantes sean los principales proveedores de armas y municiones del EPP.
Precisamente, del poder de estos narcos fueron confiscados fusiles FAL y AK-47, similares a las armas que fueron utilizadas por los miembros de la banda criminal para asesinar a los cinco trabajadores de la estancia “Lagunita” en Tacuatí y luego en los consecutivos ataques contra efectivos policiales en la zona de Concepción.
En cada ataque los miembros del EPP efectúan cientos de disparos con fusiles FAL y AK-47, cuyos proyectiles son comercializados a entre G. 10.000 y 15.000 en el mercado negro, por lo que se puede deducir que los criminales cuentan con una red que les provee constantemente grandes cargamentos de municiones y armas, a más de explosivos para la fabricación de bombas.
Fuente: ABC
El cargamento de cocaína confiscado por los organismos de seguridad pertenecía a varias organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. Las propiedades intervenidas funcionaban como centros de acopio y estaban equipadas con pistas de aterrizaje clandestinas.
La dueña de la estancia, Lidia Clara Schramm, cobraba US$ 10.000 por cada avioneta cargada con droga que aterrizaba en su propiedad. La mujer llegaba a juntar alrededor de dos toneladas de cocaína boliviana en su predio. Las cargas correspondían a varias organizaciones criminales que luego remesaban la “mercancía” en pequeñas cantidades y por tierra al mercado de consumo brasileño.
Durante el mismo procedimiento también fue incautado un cargamento de 800 kilos de marihuana. Esta droga es comercializada a US$ 500 por kilo en Bolivia o directamente la cambian por la pasta base, que luego es distribuida en nuestro país con el nombre de crack.
Durante los allanamientos también fueron detenidos Jorge Cabrera e Isabelino Núñez, a más de otras dos personas cuyas identidades no fueron proporcionadas por los uniformados.
Protección del EPP
Los investigadores de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) sospechan que esta organización de narcotraficantes operaba en la zona de Concepción bajo la protección de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Varios de los peones de estos establecimientos allanados confesaron a los agentes especiales que hombres vestidos con uniformes camuflados visitaban periódicamente a sus patrones, inclusive estos desconocidos llegaron a verificar las pistas de aterrizajes clandestinas, señalaron las fuentes.
Los investigadores de la Senad no descartan que estos mismos narcotraficantes sean los principales proveedores de armas y municiones del EPP.
Precisamente, del poder de estos narcos fueron confiscados fusiles FAL y AK-47, similares a las armas que fueron utilizadas por los miembros de la banda criminal para asesinar a los cinco trabajadores de la estancia “Lagunita” en Tacuatí y luego en los consecutivos ataques contra efectivos policiales en la zona de Concepción.
En cada ataque los miembros del EPP efectúan cientos de disparos con fusiles FAL y AK-47, cuyos proyectiles son comercializados a entre G. 10.000 y 15.000 en el mercado negro, por lo que se puede deducir que los criminales cuentan con una red que les provee constantemente grandes cargamentos de municiones y armas, a más de explosivos para la fabricación de bombas.
Fuente: ABC