Prácticamente todas las personas que recibieron las mercaderías manifestaron su indiferencia con la suerte del menor mantenido en cautiverio. La distribución de víveres en comunidades pobres del departamento de Concepción es una práctica que los secuestradores instauraron hace varios años, a cambio de liberar a sus víctimas o en el marco de amenazas para no atacar establecimientos ganaderos o a personas civiles.
Familia Fick esperan liberación de Arlan
Miles de kilos de provistas fueron repartidos ayer por los padres de Arlan Fick Bremm (16), casa por casa, en los asentamientos de la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta, departamento de Concepción.
La distribución de víveres forma parte de una de las exigencias que hizo el EPP para liberar al menor, quien fue secuestrado de su casa de esta colonia, en la noche del miércoles 2 de abril pasado, cuando los criminales tomaron por asalto el silo de su familia y un retiro de la estancia “Casa Blanca”, situados uno frente a otro sobre el camino que lleva a Kurusu de Hierro.
El suceso originó una feroz balacera entre los criminales y la Fuerza de Tarea Conjunta (militares y policías), en la que murieron dos miembros del EPP, Bernardo Bernal Maíz (20), alias “Coco”, y Claudelino Silva Cáceres (22), alias “Víctor”, además del vicesargento 1° de Material Bélico del Ejército Hugo Andrés Monges Ramírez (21).
El jueves último, ocho días después de que Arlan haya sido llevado secuestrado, los criminales iniciaron los primeros contactos con su familia, a través de un mensaje que fue dejado en la zona de Paso Tuyá, no muy lejos de la casa del menor.
Según confirmó la familia, el EPP les entregó un par de cedés que contenían un video en el que los maleantes “rinden un homenaje a sus camaradas caídos” y que debían asegurarse de que se publicara en los medios de prensa. Asimismo, había un comunicado en el que los captores condicionaban la liberación de Arlan a que su familia entregara víveres por valor de 50.000 dólares (unos 225.000.000 de guaraníes) en el asentamiento Nueva Fortuna de Kurusu de Hierro y en el asentamiento Núcleo 6 de Arroyito.
Los familiares de Arlan dijeron estar esperanzados en que el EPP cumpla con su parte del trato, ya que ellos hicieron un enorme sacrificio para reunir el dinero, adquirir las mercaderías y luego distribuirlas a más de 300 familias durante los dos últimos días.
“Ahora solo nos queda esperar, es muy angustiante, pero no tenemos otra opción. Ojalá esa gente cumpla también con nosotros. Lo único que queremos es volver a ver a Arlan”, declaró un pariente del menor en una charla informal en medio del operativo de ayer, que fue encabezado por el propio padre del chico, Alcido Fick.
La distribución de víveres forma parte de una de las exigencias que hizo el EPP para liberar al menor, quien fue secuestrado de su casa de esta colonia, en la noche del miércoles 2 de abril pasado, cuando los criminales tomaron por asalto el silo de su familia y un retiro de la estancia “Casa Blanca”, situados uno frente a otro sobre el camino que lleva a Kurusu de Hierro.
El suceso originó una feroz balacera entre los criminales y la Fuerza de Tarea Conjunta (militares y policías), en la que murieron dos miembros del EPP, Bernardo Bernal Maíz (20), alias “Coco”, y Claudelino Silva Cáceres (22), alias “Víctor”, además del vicesargento 1° de Material Bélico del Ejército Hugo Andrés Monges Ramírez (21).
El jueves último, ocho días después de que Arlan haya sido llevado secuestrado, los criminales iniciaron los primeros contactos con su familia, a través de un mensaje que fue dejado en la zona de Paso Tuyá, no muy lejos de la casa del menor.
Según confirmó la familia, el EPP les entregó un par de cedés que contenían un video en el que los maleantes “rinden un homenaje a sus camaradas caídos” y que debían asegurarse de que se publicara en los medios de prensa. Asimismo, había un comunicado en el que los captores condicionaban la liberación de Arlan a que su familia entregara víveres por valor de 50.000 dólares (unos 225.000.000 de guaraníes) en el asentamiento Nueva Fortuna de Kurusu de Hierro y en el asentamiento Núcleo 6 de Arroyito.
Los familiares de Arlan dijeron estar esperanzados en que el EPP cumpla con su parte del trato, ya que ellos hicieron un enorme sacrificio para reunir el dinero, adquirir las mercaderías y luego distribuirlas a más de 300 familias durante los dos últimos días.
“Ahora solo nos queda esperar, es muy angustiante, pero no tenemos otra opción. Ojalá esa gente cumpla también con nosotros. Lo único que queremos es volver a ver a Arlan”, declaró un pariente del menor en una charla informal en medio del operativo de ayer, que fue encabezado por el propio padre del chico, Alcido Fick.
ABC