- Estudiantes del Colegio Nacional Kurusu de Hierro, en una de las localidades de influencia del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), grupo que mantiene secuestrado a Arlan Fick Bremm (16), desarrollan clases bajo árboles porque la institución no cuenta con aulas suficientes. Este año, alrededor del 50% de los alumnos migraron por la inseguridad.
KURUSU DE HIERRO, Dpto. de Concepción. Más de 30 alumnos de la Educación Media del colegio nacional de esta carenciada localidad del distrito de Azote’y desarrollan clases bajo los árboles del patio de la institución, que solo cuenta con aulas para los estudiantes de la primaria.
Aurora Riveros, encargada de despacho sin rubro del citado centro educativo, señaló que precisan de al menos tres aulas, más una oficina para la dirección, a fin de brindar una mínima comodidad a los estudiantes. Igualmente, dijo que estos no tienen recursos para acceder a herramientas de distracción, como una biblioteca, situación que preocupa a los docentes.
El centro educativo tampoco tiene rubros suficientes, por lo que la educación de los chicos se ve seriamente afectada.
Por ejemplo, necesitan de un docente de lengua extranjera. Para suplir esa situación cargan más horas a la cátedra de Lengua Castellana, pero sin remuneración por las clases extras.
A pesar de la extrema necesidad, diariamente los alumnos acuden a la institución procedentes de los distintos puntos de Kurusu de Hierro, una de las localidades más conflictivas y consideradas como bastión del EPP, que hace 84 días mantiene secuestrado al adolescente Arlan Fick.
La lucha de los docentes no solo consiste en que los estudiantes aprendan las lecciones, sino al mismo tiempo evitar que los mismos caigan en la mala influencia que genera el grupo criminal.
El Colegio Nacional Kurusu de Hierro nunca recibió visita de las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), ni fue beneficiado con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
Con esto se demuestra que la presencia del Estado en una zona castigada por la inseguridad y criminalidad instalada por los miembros del EPP queda solo en discursos de los gobernantes.
ABC
Aurora Riveros, encargada de despacho sin rubro del citado centro educativo, señaló que precisan de al menos tres aulas, más una oficina para la dirección, a fin de brindar una mínima comodidad a los estudiantes. Igualmente, dijo que estos no tienen recursos para acceder a herramientas de distracción, como una biblioteca, situación que preocupa a los docentes.
El centro educativo tampoco tiene rubros suficientes, por lo que la educación de los chicos se ve seriamente afectada.
Por ejemplo, necesitan de un docente de lengua extranjera. Para suplir esa situación cargan más horas a la cátedra de Lengua Castellana, pero sin remuneración por las clases extras.
A pesar de la extrema necesidad, diariamente los alumnos acuden a la institución procedentes de los distintos puntos de Kurusu de Hierro, una de las localidades más conflictivas y consideradas como bastión del EPP, que hace 84 días mantiene secuestrado al adolescente Arlan Fick.
La lucha de los docentes no solo consiste en que los estudiantes aprendan las lecciones, sino al mismo tiempo evitar que los mismos caigan en la mala influencia que genera el grupo criminal.
El Colegio Nacional Kurusu de Hierro nunca recibió visita de las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), ni fue beneficiado con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
Con esto se demuestra que la presencia del Estado en una zona castigada por la inseguridad y criminalidad instalada por los miembros del EPP queda solo en discursos de los gobernantes.
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