Elisa Mabel Ledesma lamentó que se tenga que enterar por la prensa acerca de la investigación sobre la desaparición de su marido por parte del EPP, por la falta de comunicación con la Fiscalía y la Policía.
La vida de Elisa Mabel Ledesma no es la misma desde aquel 5 de julio de 2014, en que miembros del EPP se llevaron de rehén a su marido, Edelio Morínigo, que el día de hoy cumple 183 días de cautiverio en manos del grupo armado que está creando zozobra en el Norte del país.
La mujer, que a duras penas continúa con su trabajo de enfermera en el Hospital de Arroyito, Departamento de Concepción, lamentó la falta de comunicación por parte de las autoridades, del ministro del Interior, del fiscal general del Estado y jefes de la Fuerza de Tarea Conjunta, acerca de las novedades de la investigación de las fuerzas de seguridad, sobre la desaparición de su marido. "Conmigo nadie se comunica y soy la esposa. A veces, yo tengo que llamar para saber qué se está haciendo.
La mujer, que a duras penas continúa con su trabajo de enfermera en el Hospital de Arroyito, Departamento de Concepción, lamentó la falta de comunicación por parte de las autoridades, del ministro del Interior, del fiscal general del Estado y jefes de la Fuerza de Tarea Conjunta, acerca de las novedades de la investigación de las fuerzas de seguridad, sobre la desaparición de su marido. "Conmigo nadie se comunica y soy la esposa. A veces, yo tengo que llamar para saber qué se está haciendo.
A mí me tienen abandonada. Yo me tengo que enterar por lo que se publica en la prensa de las novedades", se lamentó la mujer exhortando a las autoridades que también le pongan al tanto de la situación, así como hacen con sus suegros y hermanos de su marido desaparecido. "Sé que las autoridades suelen ir en casa de mis suegros, pero como yo no vivo con ellos y por mi trabajo no puedo ir seguido, me quedo sin saber ciertas cosas. Yo soy la esposa, se supone que a mí primero me tienen que informar sobre las cosas", agregó.
Aniversario. La llegada del Año Nuevo no fue la única fecha triste para Elisa ya que en esta misma fecha, pero en años anteriores, los Morínigo Ledesma tenían otra fecha importante por festejar, ya que eligieron el primer día del año para unir sus vidas en matrimonio. "El 1 de enero cumplimos cuatro años de casados; en otras épocas solíamos salir a festejar solos. Edelio es muy atento a los aniversarios, se debe haber acordado en su cautiverio y se habrá puesto muy mal", relataba la mujer con mucha emoción en la voz asegurando que la última noche del año y la entrada del 2015 la encontró desvelada, esperando por la liberación de su marido como se había rumoreado, pero que finalmente no se dio.
Esperanzada. Elisa recordó aquellas imágenes de video en que se veía a su marido en el campamento del EPP (junto a Arlan Fick, liberado en navidad), en el que se dirigía a ella pidiéndole que no se preocupe por él y, que de ser posible, lo espere. "Me emocionó mucho escuchar esas palabras, pero no hacía falta que me pidiera eso; de todos modos lo voy a esperar. Por más que le tengan un año, o dos, o el tiempo que sea, lo voy a esperar", expresando que a pesar del difícil momento que están atravesando, conserva la esperanza de que el grupo armado se apiadará de su familia y lo dejará libre.
UH
Aniversario. La llegada del Año Nuevo no fue la única fecha triste para Elisa ya que en esta misma fecha, pero en años anteriores, los Morínigo Ledesma tenían otra fecha importante por festejar, ya que eligieron el primer día del año para unir sus vidas en matrimonio. "El 1 de enero cumplimos cuatro años de casados; en otras épocas solíamos salir a festejar solos. Edelio es muy atento a los aniversarios, se debe haber acordado en su cautiverio y se habrá puesto muy mal", relataba la mujer con mucha emoción en la voz asegurando que la última noche del año y la entrada del 2015 la encontró desvelada, esperando por la liberación de su marido como se había rumoreado, pero que finalmente no se dio.
Esperanzada. Elisa recordó aquellas imágenes de video en que se veía a su marido en el campamento del EPP (junto a Arlan Fick, liberado en navidad), en el que se dirigía a ella pidiéndole que no se preocupe por él y, que de ser posible, lo espere. "Me emocionó mucho escuchar esas palabras, pero no hacía falta que me pidiera eso; de todos modos lo voy a esperar. Por más que le tengan un año, o dos, o el tiempo que sea, lo voy a esperar", expresando que a pesar del difícil momento que están atravesando, conserva la esperanza de que el grupo armado se apiadará de su familia y lo dejará libre.
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