El primer departamento, zona de influencia del EPP, es uno de los más pobres del país. Cuenta con tres diputados, pero ninguno planteó leyes que apunten a cambiar la calidad de vida de sus votantes.
El trabajo de un legislador en el Parlamento no puede ser medido por el número de proyectos que presenta, debido a que en muchos casos las iniciativas no pasan de ser pedidos de pensiones graciables, proyectos de declaración o pedidos de informes.
En una serie de publicaciones, ÚH dará a conocer a partir de hoy la gestión de los parlamentarios a favor de sus respectivos departamentos.
CONCEPCIÓN. Iniciamos con los diputados del Departamento de Concepción, localidad situada en el norte del país y considerada una de las más pobres.
De acuerdo con los datos estadísticos, el 47,8% de la población del primer departamento es pobre, con un ingreso familiar per cápita inferior a la línea de pobreza. El 10% de los 39.940 hogares del departamento no cuentan con servicio eléctrico.
Es una de las zonas más azotadas por la inseguridad, ya que es el departamento de influencia del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que desde hace años aterroriza a la población con secuestros, asesinatos y extorsiones.
Este departamento cuenta con un precario servicio de salud y se destaca por estar entre los peores del país, y un nivel de educación muy bajo.
Tiene a tres diputados en el Congreso: los colorados Bernardo Villalba y Alsimio Casco y la liberal Ramona Mendoza, quien fue gobernadora del departamento entre el 2003 y el 2008 y va por su segundo periodo legislativo.
Villalba es el más productivo de los tres, no por la cantidad de proyectos presentados, sino por su trabajo en las comisiones asesoras.
Maneja con propiedad casi todos los proyectos presentados, principalmente, aquellos que hacen referencia a temas judiciales, entre ellos, la modificación al Código Procesal Civil.
Sin embargo, en el último tramo del año pasado fue salpicado fuertemente por su supuesta vinculación con narcotraficantes. Este hecho lo llevó a preocuparse más en desmentir las acusaciones que ocuparse de su departamento en materia legislativa.
Fue abogado de narcotraficantes y defendió arduamente el proyecto de defensa de la soberanía jurídica nacional en materia de extradición de ciudadanos paraguayos, que según varios de sus pares se presentó para beneficiar a capos del narcotráfico.
Casco, por su parte, está entre los menos productivos de los diputados concepcioneros.
Entre sus proyectos se destaca uno que declara en emergencia el Departamento de Concepción y la creación de un nuevo municipio.
Su conflicto con el ex diputado colorado Magdaleno Silva, también de la zona, tuvo mayor repercusión que su trabajo como parlamentario.
Mendoza, en cambio, es la que más proyectos presentó, 36 en total, de los cuales 15 hacen referencia a desafectaciones y transferencias de inmuebles en el departamento.
Solicitó una ampliación presupuestaria para la gobernación que ayude a paliar las necesidades tras las inundaciones del departamento, pero luego planteó legislaciones que hacen a otras zonas del país como el proyecto que plantea la creación de un nuevo municipio en Pozo Colorado, Chaco. Se destaca entre las legisladoras que más viajes tienen en su haber y fue una de los tantos legisladores que contrató a dos hijas para trabajar con ella en Diputados.
Los tres diputados no presentaron normativas que apunten a mejorar la calidad de vida de sus votantes.
UH