Los grupos armados Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Agrupación Campesina Armada (ACA), principales objetivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), siguen imponiendo su propia ley en el Norte del país, al recaudar millones de guaraníes todos los meses para financiar sus atentados y mantener cómodamente a sus cómplices presos en las cárceles del país.
El último vídeo difundido por el Gobierno, grabado el 3 de enero pasado por el cabecilla de la ACA, Albino Ramón Jara Larrea, quien sería abatido solo tres días después, confirma la modalidad con la que operan los maleantes y revela que al menos una docena de estancieros aportan cada mes un “impuesto revolucionario” a estas gavilla.
En la filmación, Jara Larrea exigía G. 120 millones al ganadero Rogelio Carrillo, quien según los datos entregó la mitad de dicho importe, para evitar sufrir ataques en su establecimiento. Justamente, parte de ese dinero pagado por Carrillo fue recuperado el 6 de enero, cuando fue abatido Jara Larrea, coincidentemente en el predio de la estancia “Acapitigó”, del hacendado extorsionado.
El otro grupo, EPP, recaudó nada menos que 1.180.000 dólares en los últimos secuestros que materializó en el departamento de Concepción: el de Luis Lindstron (130.000 dólares), Fidel Zavala (550.000 dólares) y Arlan Fick (500.000 dólares).
Por el policía Edelio Morínigo, aún en cautiverio, no exigieron un rescate en efectivo, aunque sí pidieron la excarcelación de al menos seis de sus integrantes presos, que son mantenidos en prisión con el dinero recaudado en el Norte.
El matrimonio alemán conformado por Robert Natto y Erika Reiser, asesinado semanas atrás en Yby Yaú durante las primeras 10 horas de su secuestro, también iba a constituir un “ingreso” de al menos 200.000 dólares para la banda armada, pero las víctimas fueron ejecutadas cobardemente al desatarse un enfrentamiento entre los captores con los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Zona liberada
Pese a que los militares, policías y agentes especiales de la FTC mantienen supuestamente sitiada la zona Norte, el EPP y la ACA convirtieron principalmente al departamento de Concepción en una zona liberada, con capacidad operativa casi ilimitada y sin molestias.
El presidente de la República, Horacio Cartes, casi con el mismo tono de voz firme y potente que pronunció Fernando Lugo en su asunción, había asegurado que los terroristas no le marcarían la hoja de ruta a su gobierno. Pero su Gobierno resultó ser hasta ahora uno de los más golpeados por la violencia del EPP, con 33 golpes en total, tres secuestros y 17 asesinatos.
ABC
En la filmación, Jara Larrea exigía G. 120 millones al ganadero Rogelio Carrillo, quien según los datos entregó la mitad de dicho importe, para evitar sufrir ataques en su establecimiento. Justamente, parte de ese dinero pagado por Carrillo fue recuperado el 6 de enero, cuando fue abatido Jara Larrea, coincidentemente en el predio de la estancia “Acapitigó”, del hacendado extorsionado.
El otro grupo, EPP, recaudó nada menos que 1.180.000 dólares en los últimos secuestros que materializó en el departamento de Concepción: el de Luis Lindstron (130.000 dólares), Fidel Zavala (550.000 dólares) y Arlan Fick (500.000 dólares).
Por el policía Edelio Morínigo, aún en cautiverio, no exigieron un rescate en efectivo, aunque sí pidieron la excarcelación de al menos seis de sus integrantes presos, que son mantenidos en prisión con el dinero recaudado en el Norte.
El matrimonio alemán conformado por Robert Natto y Erika Reiser, asesinado semanas atrás en Yby Yaú durante las primeras 10 horas de su secuestro, también iba a constituir un “ingreso” de al menos 200.000 dólares para la banda armada, pero las víctimas fueron ejecutadas cobardemente al desatarse un enfrentamiento entre los captores con los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Zona liberada
Pese a que los militares, policías y agentes especiales de la FTC mantienen supuestamente sitiada la zona Norte, el EPP y la ACA convirtieron principalmente al departamento de Concepción en una zona liberada, con capacidad operativa casi ilimitada y sin molestias.
El presidente de la República, Horacio Cartes, casi con el mismo tono de voz firme y potente que pronunció Fernando Lugo en su asunción, había asegurado que los terroristas no le marcarían la hoja de ruta a su gobierno. Pero su Gobierno resultó ser hasta ahora uno de los más golpeados por la violencia del EPP, con 33 golpes en total, tres secuestros y 17 asesinatos.
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