A sus 29 años, Diego Armando Villalba Parra se impuso un desafío bastante exigente. Decidió que trotará desde su ciudad, Concepción, hasta Caacupé, para orar junto a la Virgen de Caacupé.
La historia del joven llama la atención pues, lejos del peregrinaje habitual, él decidió que lo suyo sería exclusivamente trotar.
La distancia que recorrerá Diego es de 472 kilómetros, y el joven tiene dos pedidos especiales para la virgen: quiere salud para su familia y paz para el norte del país.
“Espero llegar hasta ella (la virgen) agradecerle por los favores recibidos y pedirle por la salud y el pan de cada día. Especialmente por mi hija Lucía Jazmín, para que siga creciendo sana asi como por la paz y tranquilidad que tanto ansiamos en la zona norte”, manifestó el joven.
Si bien vive en Concepción desde hace seis años, Diego es oriundo de Fuerte Olimpo (Chaco paraguayo).
Por un tiempo vivió en Asunción, tiempo durante el cual practicó fútbol durante cuatro años, pero tuvo que dejar la carrera por una lesión a los 22 años.
Su pasión por el fútbol lo llevó a convertirse en un apasionado de las actividades físicas de alto rendimiento, y el trote es un hábito en su vida. Justamente por eso, decidió ofrendar a la virgen de Caacupé con su talento.
Diego se puso como meta llegar en cinco días, por lo que salió de su casa el viernes 2 de diciembre.
En sus primeras 24 horas, comenta que el trayecto ha sido tranquilo pero constante. El joven anhela llegar para la serenata a la Virgen de los Milagros de Caacupé.
PREPARACIÓN
De manera a probar cómo estaba su rendimiento físico, el pasado mes de octubre, Diego realizó un circuito desde Concepción hasta la ciudad de Pozo Colorado, lo cuál le ayudó mucho para sentirse seguro de llegar en tiempo y forma a este desafío.
El atleta se mostró muy agradecido con los miembros de su comunidad por creer en él y respaldarlo en este desafío. Mencionó especialmente a sus amigos Pablo Fernández, Rodney Barúa y Celso Benítez quienes lo acompañan en el camino brindándole comida y agua.
ABC