HORQUETA. Historias sobre jóvenes que caen en la drogadicción se tienen por montones desde hace tiempo en esta parte del país, desde que el crack invadió las calles.
Hace unas semanas apareció en el barrio Las Palmas un joven que se pasea semidesnudo por las calles sin hablar con nadie.
En un principio algunos vecinos creían que se trataba de una persona con problemas mentales.
Sin embargo, al llegar la noche ubicamos al sujeto, quien se metió en un pequeño espacio entre dos edificios ubicados sobre la calle colectora de la Ruta V, Gral. Bernardino Caballero y la esquina de Gral. Resquín. Al acercarnos a él escondió su rostro y no respondió a ninguna consulta.
Por su parte, algunas personas que se encuentran en un local de venta de bebidas alcohólicas a quienes les preguntamos de quién se trata, respondieron que es miembro de una familia del mismo barrio.
Manifestaron que el sujeto, de unos 22 años, era normal y que desde que consumió la droga quedó en ese estado.
Otros vecinos confirmaron la versión e indicaron que sus familiares lucharon mucho para que se apartase de las drogas pero no lograron su objetivo.
Coincidentemente, el viernes último un joven de 19 años se suicidó al ahorcarse en su propia casa por no acceder al crack. Los entendidos en el tema dijeron que decidió quitarse la vida por un síndrome de abstinencia.
Por su parte el jefe de la Comisaría 3ra. de esta ciudad, el comisario Milciades Ramírez, dijo que lamentablemente los jóvenes se drogan e indicó que son los que viven en las villas y los barrios periféricos de esta ciudad.
Señaló que ellos hacen todo lo posible para detener a los vendedores del crack pero no los ubican, debido a que no cuentan con el apoyo de la ciudadanía. A su turno, el cura párroco de la Parroquia “Virgen del Rosario” de esta ciudad, Pbro. Nelson Ramírez, en más de una ocasión dijo que muchas madres de hijos drogadictos recurren a él para buscar una solución al problema.
Señaló que lo único que él puede hacer es recomendar a las familias educar a sus hijas e hijos concientizándolos para que no inhalen el crack o cualquier otro tipo de drogas. Agregó que depende de los padres que sus hijos no caigan en el mundo de la adicciones.
ABC