Obdulia Florenciano, mamá de Edelio aseguró que no sabe si su hijo sigue vivo y pidió sensibilidad a los integrantes del grupo criminal EPP. “Son humanos como nosotros, les digo por favor que les toque el corazón y nos den una prueba de vida”, acotó.
En el acto de la Marcha por la Paz en Santa Rosa del Aguaray, la madre de Edelio Morínigo secuestrado hace más de tres años por el EPP, Obdulia Florenciano, imploró a los miembros de este grupo criminal que tengan un poco de sensibilidad por las familias.
“Esas personas de corazón duro, que son humanos como nosotros, les digo por favor que les toque el corazón y nos den una prueba de vida para que yo pueda dormir más de dos horas. Cada noche me despierto a pensar lo que le ha pasado a mi querido hijo. Necesitamos esa seguridad para trabajar tranquilos y vivir tranquilos en nuestro departamento”, aseguró.
Pidió unidad a la gente para luchar por el fin de la violencia. “¿Cómo podemos permitir este tipo de situaciones?”, se preguntó. Contuvo su emoción y pronunció fuertes palabras para buscar la concientización de la gente. “Yo lamento en el alma, él era un joven con futuro, con trabajo, y yo no sé si ahora el cuerpo de mi hijo ya ha sido consumido por las hormigas”, puntualizó.
Recordó que todos tenemos derechos en esta tierra paraguaya y que por ser pobre no se va a callar frente a las acusaciones de que todos los pobladores de ese departamento supuestamente forman parte del grupo delictivo. “Tenemos que defendernos, demostrar que no somos criminales, que somos gente trabajadora. Tenemos que presionar para que termine esto. No a la violencia. No vale que sigamos pasando por esto”, sentenció.
Edelio fue secuestrado el 5 de julio del 2014 en Horqueta, departamento de Concepción, durante su día libre cerca de la estancia Macchi Cue, ubicada aproximadamente a 3.000 metros de la Ruta 5. La única prueba de vida que recibieron sus allegados fue el 22 de octubre del 2014. Desde entonces no existió ningún tipo de comunicación. Además de él, otras cuatro personas siguen privadas de su libertad.
Urbieta: "Comuníquense"
Liliana Urbieta, hija de Félix Urbieta, pidió a los secuestradores una comunicación para poder traer de vuelta con vida a su padre. "Ustedes no saben lo que tuvimos que hacer para poder cumplir con sus exigencias; por favor, comuníquense con nosotros", exclamó. Además, Luis Villasanti (ARP) y Cornelio Friessen, de las colonias menonitas, pidieron el fin de la violencia y el secuestro, y la libertad de los cinco secuestrados.
Suman 2.376 días de cautiverio
El más reciente, Bernhard Blatz, lleva 26 días en cautiverio y el más prolongado, el secuestro de Edelio Morínigo, cumple 1.181 días a la fecha. Ambos están secuestrados por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Entre ellos dos se encuentran otras tres víctimas de estas bandas armadas, dos en poder del EPP –Abrahán Fehr, que por hoy ya son 782 días de su cautiverio, y Franz Hiebert, otro sumado recientemente, es decir, hace 37 días–, y el ganadero Félix Urbieta, de Concepción, secuestrado por la columna Mariscal López, comandada por Alejandro Ramos, hace 350 días.
Del policía y del ganadero enviaron prueba de vida, pero solo por el segundo se pidió rescate, cuyo pago la familia quiere negociar y clama por una comunicación de los secuestradores. Del colono Fehr nunca se tuvo evidencia de vida desde el día en que se lo llevaron los hombres armados, el 8 de agosto de 2015, pero sí pedido de rescate, que la familia trató de pagar desesperadamente.
Desilusión
Abrahán Fehr, padre del colono secuestrado del mismo nombre, expresó su total desilusión hacia el Gobierno por la falta de resultados en la zona Norte. Dijo que el sufrimiento es mayor y las ganas de trabajar se debilitan. "Al Gobierno Nacional quiero expresar mi total desilusión por parte de los trabajos de búsqueda y ubicación de Abrahán", expresó el colono. Su hijo lleva secuestrado 782 días.
"Los trabajos no tienen resultados, mientras el sufrimiento se hace mayor y las ganas de trabajar y paciencia se debilitan", afirmó Fehr. Sin embargo, dijo que no pierde la esperanza de tener de vuelta a su hijo, pese a no tener noticias ni prueba de vida de él.
"Para nuestra comunidad no existen colonos o paraguayos, trabajamos todos juntos, hombro a hombro, de sol a sol", dijo en otro momento.
Por último, señaló que la situación de inseguridad en esa zona del país es muy perjudicial para las colonias, porque son dependientes de la agricultura y la ganadería. "Cuando no producimos, corremos el riesgo de hacer pasar hambre a nuestros hijos", expresó don Abrahán.
ABC/UH