Esto se debe a varios factores empezando por el precio que se le pagará al productor, que es de G. 5.000 por kilo, según fue el compromiso.
Este precio será el piso, y a partir de ahí se podrá negociar, explicó el presidente de la cámara. Este precio base es superior al de la campaña pasada, que era G. 4.500, recordó.
Los buenos precios son consecuencia de la “recuperación de la confianza” en todos los niveles, explicó.
Por un lado, los exportadores trabajaron muy bien con los productores.
Por otro lado, se logró que el principal mercado de exportación, Japón, redujera los controles a las cargas paraguayas, lo que le da mayor estatus al producto.
Así también, los resultados en cuanto a productividad animaron a varios labriegos a incursionar en el rubro para esta campaña.
Valinotti dijo que en la anterior campaña se cosecharon 18.000 toneladas de sésamo confitero, y 7.000 toneladas de sésamo aceitero.
En ambos casos, hubo un incremento con respecto a la campaña precedente, destacó.
“Se están sumando productores y también aquellos que lo hacen están ampliando su área, por eso tenemos muy buenas expectativas”, manifestó Valinotti.
Otro aspecto positivo es la diversificación de los mercados en Europa y Medio Oriente, mencionó.
Área de siembra. Además, se proyecta un incremento en el área de siembra.
Se plantarán esta vez unas 10.000 hectáreas más que en la anterior campaña, informó Valinotti. Es decir, se pretende llegar a las 40.000 hectáreas de sésamo para esta campaña.
Las zonas donde se planta sésamo son: Concepción, San Pedro, Canindeyú y Caaguazú.
UH