Indignación. Germán Rojas, uno de los indignados, destacó que es una vergüenza la decisión de la CGR, que solo pretende auditar la gestión 2018, mientras que el cuestionamiento viene desde el 2011 y los puntos más cuestionados, como la venta del Puerto Nanawa, ocurrieron en el 2017.
“Es una buena jugada del clan Urbieta. Supimos que fueron a conversar en Asunción, con el gobernador Édgar López, los diputados Emilio Pavón, Luis Urbieta y Blas Llano, para arreglar la auditoría”, dijo Rojas.
Destacó que, si se comprueba que es pedido de la Junta Municipal, los concejales volverán a tener sus merecidos escraches por traicionar la causa de la ciudadanía.
Reiteró que la auditoría debe abarcar desde el 2011 hasta el 2018, porque si eso no ocurre se descubrirá que está todo blanqueado, gracias a la presión ejercida por Llano, Urbieta, Pavón y López, que fueron a Asunción a hablar del tema.
Según averiguaciones, la auditoría de la gestión del año pasado no tiene sentido, ya que ni siquiera se ha presentado el balance que tiene plazo hasta abril de este año.
Por esta razón, los indignados creen que es una burla que a los 124 días de movilización ciudadana en busca de la transparencia municipal, la renuncia del intendente y la intervención de su administración, se dé este anuncio por parte de la Contraloría, con tufo a un futuro blanqueo del jefe comunal.
UH