Familias de un asentamiento nuevo de Concepción coordinaron y cocinaron ollas populares para blindar a sus habitantes de la amenaza del hambre. Se trata de los pobladores del Asentamiento Villa Caacupemi, ubicado al extremo norte del departamento, donde viven unas 120 personas muy humildes, entre niños y adultos.
Ante la gran necesidad en la zona, los padres de familia se organizaron, colaboraron y pudieron cocinar el “Locro ipokue”, que es una comida tradicional del campo. Raquel Valinoti y Carmen González encabezaron la faena de cocina contando con apoyo de otras damas y así pudieron servir el almuerzo a 150 personas.
“No vamos a permitir que muramos de hambre, no vamos a permitir que eso se apodere de nuestras familias, ahora esperamos que nos ayude un poco el Gobierno y seguiremos adelante”, dijo Cecilio Paredes, uno de los vecinos que grabo un video.
En Loreto, la familia Jiménez-Núñez utilizó el dinero que correspondía a su cuota en un banco, adquirió víveres y preparó 10 kits de 35 kg que entregó a 10 familias más humildes de la ciudad. “Soy funcionario público (Indert) y como que no voy a pagar mi cuota al banco, decidimos con la familia apoyar a las familias más necesitadas”, dijo Alberto Giménez.
La entrega se realizó con apoyo del padre Nelson Ayala, cura párroco de Loreto, quien identificó a las familias más humildes.
UH