CONCEPCIÓN (ABC). Indígenas de la comunidad Vy’a Renda
Boquerón, de Hugua Ñandu, hace más de 10 años que pidieron al Instituto
Nacional del Indígena (Indi) la compra de las tierras donde están asentados
desde 1947. Los nativos informaron que, según la mensura realizada en el
sitio, donde viven otros indígenas de la parcialidad Pãi Tavyterã, la tierra
totaliza 1.957 hectáreas.
Isidro Fernández, cacique de Vy’a Renda Boquerón, dijo que hace varios años ya habían solicitado al Indi la adquisición del inmueble que pertenece actualmente a Marcial Samaniego hijo. “Nosotros estamos juntamente con la comunidad Takuarendiju, de la parcialidad Pãi Tavyterã, más de 60 familias. La población de las dos aldeas va creciendo y necesitamos tierra para trabajar y habitar”, mencionó.
“La última noticia que tenemos es que el dueño quiere vender y por eso queremos que el Indi adquiera esta propiedad”, explicó en guaraní.
Indicó que actualmente están cultivando diferentes rubros para el consumo de los habitantes de la comunidad nativa en un total de 10 hectáreas. También poseen 20 vacas que crían en el lugar. En el sitio se puede observar aún bosques en donde los indígenas van a cazar y de esa manera también asegurar su alimentación. “Como la propiedad no es nuestra, tampoco podemos ingresar en varios lugares, ojalá se pueda concretar la compra y así vamos a estar más tranquilos en estas tierras porque ya van a ser nuestras”, señaló el líder nativo.
Por su parte, la representante legal de ambas comunidades, Teresa Vargas, mencionó que el expediente administrativo se encuentra en el Indi hace más de 10 años y hasta ahora no se ha podido llegar a la compra de las tierras que habitan los indígenas desde hace muchos años. “En una época, el propietario de las tierras quiso donar 200 hectáreas, pero no se aceptó porque es insuficiente para el desarrollo de los indígenas”, sostuvo.
Además –expresó–, desde este año la comunidad posee personería jurídica, lo que facilitará que las tierras estén a nombre de la aldea.
Ejemplo de integridad
Recordemos que la humilde comunidad indígena de Vy’a Renda de Hugua Ñandu, en enero de 2010 habían rechazado recibir la carne enviada por “cortesía del EPP” proveniente de los animales de la estancia del entonces secuestrado Fidel Zavala. Los nativos dijeron que no aceptaban por respeto y solidaridad con Zavala y porque no querían beneficiarse a costa del sufrimiento ajeno.
Isidro Fernández, cacique de Vy’a Renda Boquerón, dijo que hace varios años ya habían solicitado al Indi la adquisición del inmueble que pertenece actualmente a Marcial Samaniego hijo. “Nosotros estamos juntamente con la comunidad Takuarendiju, de la parcialidad Pãi Tavyterã, más de 60 familias. La población de las dos aldeas va creciendo y necesitamos tierra para trabajar y habitar”, mencionó.
“La última noticia que tenemos es que el dueño quiere vender y por eso queremos que el Indi adquiera esta propiedad”, explicó en guaraní.
Indicó que actualmente están cultivando diferentes rubros para el consumo de los habitantes de la comunidad nativa en un total de 10 hectáreas. También poseen 20 vacas que crían en el lugar. En el sitio se puede observar aún bosques en donde los indígenas van a cazar y de esa manera también asegurar su alimentación. “Como la propiedad no es nuestra, tampoco podemos ingresar en varios lugares, ojalá se pueda concretar la compra y así vamos a estar más tranquilos en estas tierras porque ya van a ser nuestras”, señaló el líder nativo.
Por su parte, la representante legal de ambas comunidades, Teresa Vargas, mencionó que el expediente administrativo se encuentra en el Indi hace más de 10 años y hasta ahora no se ha podido llegar a la compra de las tierras que habitan los indígenas desde hace muchos años. “En una época, el propietario de las tierras quiso donar 200 hectáreas, pero no se aceptó porque es insuficiente para el desarrollo de los indígenas”, sostuvo.
Además –expresó–, desde este año la comunidad posee personería jurídica, lo que facilitará que las tierras estén a nombre de la aldea.
Ejemplo de integridad
Recordemos que la humilde comunidad indígena de Vy’a Renda de Hugua Ñandu, en enero de 2010 habían rechazado recibir la carne enviada por “cortesía del EPP” proveniente de los animales de la estancia del entonces secuestrado Fidel Zavala. Los nativos dijeron que no aceptaban por respeto y solidaridad con Zavala y porque no querían beneficiarse a costa del sufrimiento ajeno.
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