Según los datos proveídos por la responsable distrital, Yerutí Alvarenga, 89 niños y niñas que anteriormente eran trabajadores de la calle son atendidos ahora por el programa, que funciona en el local de la Municipalidad de Concepción. Según indicó, la tarea se inició a mediados de 2011, pero se potenció en 2012 con un fuerte apoyo de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), para posibilitar la enérgica ejecución del programa Abrazo, que contempla una contrapartida que reciben las familias beneficiarias.
Indicó que la tarea no es fácil, ya que existe aún en la mentalidad de muchos padres que los niños y niñas deben iniciar prematuramente las labores para acostumbrase. Sin embargo, explicó que eso no está contemplado en la ley, por lo que el programa evita que los niños estén en las calles trabajando.
La responsable distrital explicó que los 89 niños pertenecen a 56 familias, las cuales reciben varios beneficios del programa consistentes en bonos y cestas solidarias en forma mensual. "Los aportes ayudan a las familias y el equipo de profesionales sigue a los niños", indicó.
Los niños beneficiarios dejaron las calles, acuden a las escuelas y en sus horas libres llegan al albergue, que pese a su pequeño espacio, les brinda momentos de juego, estudio y alimentación.
NIÑOS INDÍGENAS.
Para los niños nativos existe otro programa que lleva adelante la religiosa Marta Cristaldo. La misma trabaja desde hace varios años en la escuela San Diego, ubicada en el barrio Redención, donde está la Villa Indígena.En el lugar, los niños y las niñas indígenas acuden a las aulas y reciben una asistencia integral, a más de una adecuada alimentación.
Fuente: UH
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