Ese es el caso del jefe de la Comisaría 10ª de Tacuatí, comisario Ovidio Benegas, quien espera su traslado de forma urgente de esa zona porque teme por su vida. Benegas está como titular de la comisaría desde hace un año y dos meses por pedido de los superiores, pero estaría en el sitio por poco tiempo más.
Según informaciones que el uniformado recibió, los que operan a favor del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en zona de Tacuatí Poty, pidieron la cabeza del alto jefe policial por todo el trabajo preventivo que se realiza en el sitio.
Es por ello que lo van a trasladar para no correr la misma suerte que el comisario Manuel Escurra, jefe de la Comisaría 3ª de Horqueta, quien fue emboscado y muerto en Horqueta en octubre pasado, según fuentes de la jefatura policial de San Pedro.
En el cruce Tacuatí, ese mismo mes fue atacada una comitiva de Derechos Humanos en el que murió el oficial Solano David Burgos.
La comisaría está realizando prácticamente trabajos con una patrullera que fue blindada con chalecos antibalas que resisten al calibre 5.56 que utilizan los miembros de la banda armada.
La Policía Nacional informó que preparan vehículos blindados, pero hasta el momento no hay informes sobre el avance de esa adquisición. "Es una alternativa que vale porque tenemos que protegernos", dijo el comisario Benegas, al mencionar que reciben el total apoyo de las autoridades. Pero el equipo de ÚH constató que los uniformados no cuentan con chalecos que resistan al calibre utilizado por la banda de secuestradores.
Los vecinos, que evitaron dar sus identidades, señalan que la Policía bajó la guardia. Ellos se percatan que logísticamente los uniformados no están preparados, por lo que trabajar en la zona en materia de seguridad es riesgoso.
En horas de la noche, no se observa patrullaje, según la versión de los pobladores. En ese horario, sí que se puede decir que es tierra de nadie, relataron los vecinos que sin inconveniente hablaron de las necesidades que atraviesan, pero no del grupo armado.
Desconfianza. Una fuente de la Policía reveló que no hay mucha confianza entre los propios uniformados, ya que habría agentes que filtran información y no necesariamente para los miembros del EPP, sino a microtraficantes. "Muchos de los agentes que son sondeados para asumir como jefe en la comisaría no quieren ir a Tacuatí. Es muy complicado ir ahí por el temor que infunde el EPP", mencionó.
Fuente: UH
Según informaciones que el uniformado recibió, los que operan a favor del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en zona de Tacuatí Poty, pidieron la cabeza del alto jefe policial por todo el trabajo preventivo que se realiza en el sitio.
Es por ello que lo van a trasladar para no correr la misma suerte que el comisario Manuel Escurra, jefe de la Comisaría 3ª de Horqueta, quien fue emboscado y muerto en Horqueta en octubre pasado, según fuentes de la jefatura policial de San Pedro.
En el cruce Tacuatí, ese mismo mes fue atacada una comitiva de Derechos Humanos en el que murió el oficial Solano David Burgos.
La comisaría está realizando prácticamente trabajos con una patrullera que fue blindada con chalecos antibalas que resisten al calibre 5.56 que utilizan los miembros de la banda armada.
La Policía Nacional informó que preparan vehículos blindados, pero hasta el momento no hay informes sobre el avance de esa adquisición. "Es una alternativa que vale porque tenemos que protegernos", dijo el comisario Benegas, al mencionar que reciben el total apoyo de las autoridades. Pero el equipo de ÚH constató que los uniformados no cuentan con chalecos que resistan al calibre utilizado por la banda de secuestradores.
Los vecinos, que evitaron dar sus identidades, señalan que la Policía bajó la guardia. Ellos se percatan que logísticamente los uniformados no están preparados, por lo que trabajar en la zona en materia de seguridad es riesgoso.
En horas de la noche, no se observa patrullaje, según la versión de los pobladores. En ese horario, sí que se puede decir que es tierra de nadie, relataron los vecinos que sin inconveniente hablaron de las necesidades que atraviesan, pero no del grupo armado.
Desconfianza. Una fuente de la Policía reveló que no hay mucha confianza entre los propios uniformados, ya que habría agentes que filtran información y no necesariamente para los miembros del EPP, sino a microtraficantes. "Muchos de los agentes que son sondeados para asumir como jefe en la comisaría no quieren ir a Tacuatí. Es muy complicado ir ahí por el temor que infunde el EPP", mencionó.
Fuente: UH
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