- Una comitiva del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se trasladó ayer a la comunidad de Vallemí, en el departamento de Concepción, donde una multitud le aguardaba blandiendo la amenaza de paralizar todas las actividades en la zona e incluso cerrar el río si no se acordaba la aceleración del ritmo de los trabajos de construcción de la ruta que le vincula con la capital departamental y cuyo plazo contractual se cumplió en setiembre del año pasado. El MOPC se comprometió a garantizar la transitabilidad de la misma e incluso de buscar traslados alternativos.
VALLEMÍ, Dpto. de Concepción. La comitiva que trasladaba al ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, así como autoridades legislativas de la zona llegaron cerca de las 12:00 de ayer al aeropuerto de Vallemí, hora en que se cumplía el plazo que dio esta comunidad al MOPC para solucionar definitivamente el problema del
aislamiento en que se encuentra desde hace décadas.
Con la amenaza de paralizar todas las actividades –incluyendo las instituciones educativas– y cerrar el paso por el río, la multitud (unas 1.500 personas) exigía la inmediata continuidad de las obras en el tercer tramo de la ruta de referencia, adjudicado a la empresa Benito Roggio, cuyo representante es el Ing. Emilio Gill.
Pedían además la construcción de un camino alternativo de todo tiempo, aunque, por impracticable, este pedido se descartó.
Tras horas de recorrido de 45 kilómetros de tierra prácticamente intransitables, el ministro Jiménez Gaona se comprometió a acelerar las obras y a gestionar otras alternativas de transporte.
La construcción de la ruta Vallemí-Concepción, que fue postergada durante décadas, cumplió su plazo contractual en setiembre del año pasado, y desde entonces quedó paralizada. La obra tiene un costo de US$ 90 millones en toda su extensión.
Tras los argumentos relativos a la complejidad del terreno, que fueron esgrimidos por la empresa, y por supuesto las constantes lluvias, la contratista logró un nuevo cronograma de obras que finaliza en marzo de 2016 y que, por supuesto, no satisface a los vallemienses.
Los pobladores que coparon ayer el aeropuerto de su localidad dieron testimonio de cómo el aislamiento les mantiene hundidos en el atraso, cómo llegar a la capital del departamento es una proeza y ni hablar de las emergencias de salud, ante las cuales es impensable brindar asistencia inmediata.
“Hay mujeres que tuvieron que parir en el camino”, le gritó un poblador al ministro.
Declararían emergencia vial
La aceleración de las obras Concepción-Vallemí es una promesa de difícil cumplimiento, debido a que a partir de octubre de este año el fenómeno de “El Niño” traerá varios meses de lluvia, que atrasarán las obras públicas, según reconoció el propio ministro Ramón Jiménez Gaona.
Dijo que en los tres meses que restan es necesario acelerar el ritmo de las obras cuanto sea posible y que para ello pedirán una declaración de emergencia vial, a fin de licitar alrededor de 50 contratos para el mantenimiento de la red nacional.
aislamiento en que se encuentra desde hace décadas.
Con la amenaza de paralizar todas las actividades –incluyendo las instituciones educativas– y cerrar el paso por el río, la multitud (unas 1.500 personas) exigía la inmediata continuidad de las obras en el tercer tramo de la ruta de referencia, adjudicado a la empresa Benito Roggio, cuyo representante es el Ing. Emilio Gill.
Pedían además la construcción de un camino alternativo de todo tiempo, aunque, por impracticable, este pedido se descartó.
Tras horas de recorrido de 45 kilómetros de tierra prácticamente intransitables, el ministro Jiménez Gaona se comprometió a acelerar las obras y a gestionar otras alternativas de transporte.
La construcción de la ruta Vallemí-Concepción, que fue postergada durante décadas, cumplió su plazo contractual en setiembre del año pasado, y desde entonces quedó paralizada. La obra tiene un costo de US$ 90 millones en toda su extensión.
Tras los argumentos relativos a la complejidad del terreno, que fueron esgrimidos por la empresa, y por supuesto las constantes lluvias, la contratista logró un nuevo cronograma de obras que finaliza en marzo de 2016 y que, por supuesto, no satisface a los vallemienses.
Los pobladores que coparon ayer el aeropuerto de su localidad dieron testimonio de cómo el aislamiento les mantiene hundidos en el atraso, cómo llegar a la capital del departamento es una proeza y ni hablar de las emergencias de salud, ante las cuales es impensable brindar asistencia inmediata.
“Hay mujeres que tuvieron que parir en el camino”, le gritó un poblador al ministro.
Declararían emergencia vial
La aceleración de las obras Concepción-Vallemí es una promesa de difícil cumplimiento, debido a que a partir de octubre de este año el fenómeno de “El Niño” traerá varios meses de lluvia, que atrasarán las obras públicas, según reconoció el propio ministro Ramón Jiménez Gaona.
Dijo que en los tres meses que restan es necesario acelerar el ritmo de las obras cuanto sea posible y que para ello pedirán una declaración de emergencia vial, a fin de licitar alrededor de 50 contratos para el mantenimiento de la red nacional.
ABC
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