Esta información fue brindada por el ministro del Interior, Francisco de Vargas, en conversación con radio ABC Cardinal este jueves. El titular de esta cartera manifestó que los secuestradores fueron hasta la estancia el martes por la noche y tomaron como rehenes a una cocinera y a peón del sitio. Este, presuntamente presionado por los delincuentes, obligó a esta persona –cuyo nombre no trascendió– a hacer una llamada a Rojas diciéndole que había animales muertos en su estancia.
Tras recibir esta llamada, ya el miércoles por la mañana, Rojas y su capataz Alfonso fueron hasta la estancia, donde cayeron secuestrados. “Fue esperado (Rómulo Rojas) ayer y antes de ayer (…) Fue llevado por sus captores a caballo. Algunos de ellos supuestamente tienen ropas camufladas. Sin descartar ningún tipo de hipótesis, serían pequeños grupos delincuenciales o vecinos con los que tenía algunos problemas”, dijo De Vargas acerca de cuál es la hipótesis más fuerte que se maneja hasta el momento.
El ministro del Interior manifestó que se habla de “tres o cuatro personas” que secuestraron a Rómulo Rojas y a su peón. “No estamos hablando de la necesidad de mucha logística. Algunos de ellos sí (tenían ropa camuflada), esa es la parte confusa. Tampoco es exclusividad de estos grupos terroristas (que usen ropas camufladas)”, manifestó, sin descartar la implicancia del EPP. De Vargas comentó que no manejan la cifra que pidieron como rescate. “Hubo ya comunicación con la esposa. No se habla de ningún tipo de monto en este momento”. Versiones aseguran que los delincuentes pidieron US$ 100.000.
El caso se inició el martes a las 19:00, cuando tres delincuentes con uniforme de camuflaje y uno vestido de civil, armados con escopetas y revólveres, tomaron por asalto la estancia “Santa Catalina”, cuyo casco central está ubicado a 20 kilómetros del centro urbano de la colonia Hugua Ñandu y a 130 kilómetros de la ciudad de Concepción, capital del primer departamento.
El lugar exacto del secuestro está a 15 kilómetros del camino que une Hugua Ñandu con Puentesiño y a solo cinco en línea recta del retiro “Santo Domingo”, donde había sido liberado el estanciero Fidel Zavala el 17 de enero de 2010, tras permanecer secuestrado por 94 días en poder del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que cobró US$ 550.000 para dejar libre al hacendado.
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