Concepción.- (ABC) El suboficial Vicente Casco, fallecido este miércoles tras el ataque del EPP a la subcomisaría 10ª de Capitán Giménez, distrito de Horqueta, es uno de los siete policías asesinados por la banda criminal.
El hombre de 30 años deja huérfana a una niña de cinco meses y en el mes de diciembre estaba por casarse con la madre de su hija.
El efectivo policial acribillado por los delincuentes será enterrado este jueves en la localidad de Naranjaty-i, departamento de Concepción. El uniformado era oriundo de Horqueta y fue a quien los miembros del EPP rociaron a balazos, destrozando la parte posterior de su cuerpo.
Casco, junto al suboficial Salvador Fernández, forman parte de los siete policías asesinados por el grupo criminal desde el 2005.
El primer asesinado fue el suboficial Andrés Ceferino Brítez en agosto de 2005, en Nueva Durango, departamento de San Pedro. Posteriormente, en marzo de 2006, acribillaron al efectivo policial Oscar Noceda.
Luego de un tiempo, el 21 de abril de 2010, en la estancia Santa Adelia de Arroyito fue asesinado Joaquín Agüero Benítez junto a otros tres peones que buscaban abigeos en la zona. Y el 16 de junio de 2010, los miembros del EPP mataron en una emboscada en un monte de Kurusú de Hierro, departamento de Concepción, a los efectivos de la FOPE Lilio Ramón Giménez y Carlos César Cardozo.
Casco, junto al suboficial Salvador Fernández, forman parte de los siete policías asesinados por el grupo criminal desde el 2005.
El primer asesinado fue el suboficial Andrés Ceferino Brítez en agosto de 2005, en Nueva Durango, departamento de San Pedro. Posteriormente, en marzo de 2006, acribillaron al efectivo policial Oscar Noceda.
Luego de un tiempo, el 21 de abril de 2010, en la estancia Santa Adelia de Arroyito fue asesinado Joaquín Agüero Benítez junto a otros tres peones que buscaban abigeos en la zona. Y el 16 de junio de 2010, los miembros del EPP mataron en una emboscada en un monte de Kurusú de Hierro, departamento de Concepción, a los efectivos de la FOPE Lilio Ramón Giménez y Carlos César Cardozo.
El EPP se fortalece nuevamente
El ex ministro del Interior Rafael Filizzola señaló que el ataque contra la subcomisaría de Capitán Giménez -que dejó dos policías muertos- constituye el golpe más fuerte del grupo desde el secuestro de Fidel Zavala, perpetrado en octubre de 2009.
Filizzola comentó que hasta ahora el EPP no pudo perpetrar golpes de gran envergadura debido al trabajo preventivo realizado por la Policía en la zona norte.
Señaló la necesidad de que el Gobierno aumente los recursos para combatir al grupo criminal y pidió firmeza en la lucha.
“Este es el momento de reforzar, de darles recursos, sostenibilidad (a los agentes) y actuar pero con mucha firmeza”, manifestó el ex secretario de Estado.
Filizzola recordó que durante su gestión se realizaron varios procedimientos que permitieron evitar secuestros y ataques contra sedes institucionales.
Debido a los trabajos de inteligencia, los criminales perdieron fuerza y recursos para planear nuevos atentados, indicó.
Manifestó que los efectivos debieron estar atentos en esta época del año, ya que golpes como el secuestro de Cecilia Cubas y el plagio de Fidel Zavala fueron perpetrados entre setiembre y octubre.
“Si se mira el récord, esta es una época que normalmente reforzábamos. La bomba en la Fiscalía de Horqueta fue un llamado de atención”, expresó.
El último ataque fue perpetrado en la noche del miércoles, en una comisaría de Concepción. En la zona fueron ultimados dos suboficiales de la Policía Nacional.
Los jefes policiales reconocen que se presumía un nuevo golpe en estos días, ya que el grupo estaría tratando de vengar la muerte de sus miembros caidos.
“Este es el momento de reforzar, de darles recursos, sostenibilidad (a los agentes) y actuar pero con mucha firmeza”, manifestó el ex secretario de Estado.
Filizzola recordó que durante su gestión se realizaron varios procedimientos que permitieron evitar secuestros y ataques contra sedes institucionales.
Debido a los trabajos de inteligencia, los criminales perdieron fuerza y recursos para planear nuevos atentados, indicó.
Manifestó que los efectivos debieron estar atentos en esta época del año, ya que golpes como el secuestro de Cecilia Cubas y el plagio de Fidel Zavala fueron perpetrados entre setiembre y octubre.
“Si se mira el récord, esta es una época que normalmente reforzábamos. La bomba en la Fiscalía de Horqueta fue un llamado de atención”, expresó.
El último ataque fue perpetrado en la noche del miércoles, en una comisaría de Concepción. En la zona fueron ultimados dos suboficiales de la Policía Nacional.
Los jefes policiales reconocen que se presumía un nuevo golpe en estos días, ya que el grupo estaría tratando de vengar la muerte de sus miembros caidos.