- La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) está analizando qué determinación tomar ante una denuncia presentada ante ese organismo por la Secretaría Nacional de Deportes (SND) contra la empresa que acaparó la construcción de tres de los cuatro grandes estadios de fútbol que se construyeron en el interior con dinero público, pero cuyas obras nunca fueron terminadas y entregadas oficialmente.
En noviembre pasado, el abogado Ricardo Denis Guerrero, responsable de la Unidad Operativa de Contrataciones de la SND, presentó una denuncia formal contra la firma Grupo Villalba Piñeiro SA por incumplimiento del contrato para la construcción de los estadios edificados en Coronel Oviedo y Carapeguá.
El representante de la citada firma es el ingeniero José Agustín Villalba Piñeiro y fue la adjudicada en tres licitaciones llevadas a cabo por la SND para construir estadios en Carapeguá, Coronel Oviedo y Concepción. La cuarta licitación fue ganada por la empresa Jónica SA para edificar otro estadio en Limpio.
En su denuncia, la SND solicita que el Grupo Villalba Piñeiro sea sancionado como contratista del Estado, conforme establece el artículo 72 de la ley de Contrataciones Públicas, que establece la inhabilitación, hasta por tres años, para los proveedores o contratistas que incurran en incumplimiento contractual.
un platal al vacío. El Estado destinó, en total, poco más 28.170 millones de guaraníes, más de 6 millones de dólares al cambio actual, para la construcción de los cuatro estadios, que curiosa y coincidentemente ninguno de ellos fueron terminados y entregados formalmente a la Secretaría de Deportes, que hoy está a cargo del ministro Víctor Pecci.
El caso configura un escandaloso y multimillonario daño patrimonial al Estado, al que la Fiscalía de Delitos Económicos mira con asombroso desinterés.
El boom de los estadios surgió en el segundo semestre del 2010, cuando el dirigente liberal Paulo Reichardt estaba como ministro de Deportes. El 27 de agosto de ese año el Grupo Villalba Piñeiro SA fue adjudicado con la primera licitación, para el estadio de Coronel Oviedo, por valor de 6.269 millones de guaraníes. Al mes siguiente ganó la licitación para el estadio de Carapeguá por valor de 6.129 millones de guaraníes y en el 2011 se quedó con la licitación para Concepción.
¿Cómo pudo ganar las tres licitaciones al hilo? Una pregunta que nadie sabe responder y que desata un fuerte olor a negociado.
Las obras no se pudieron entregar debido a defectos detectados en las construcciones y que fueron objetados por la SND, como deficiencias en el drenaje de las canchas, lumínica insuficiente, filtraciones de agua en vestuarios, revoques mal hechos, etcétera.
Una verificación hecha por funcionarios de la DNCP a los contratos confirmó que las obras no solo no se entregaron en el plazo establecido, sino su costo de sufrió incrementos superiores al 20% del costo inicial, lo que viola la ley de contrataciones públicas.
La DNCP está investigando las irregularidades que se cometieron en la ejecución de los contratos entre la SND y las empresas, lo que posteriormente daría lugar al inicio de un sumario que puede concluir en la inhabilitación de las mismas.
El representante de la citada firma es el ingeniero José Agustín Villalba Piñeiro y fue la adjudicada en tres licitaciones llevadas a cabo por la SND para construir estadios en Carapeguá, Coronel Oviedo y Concepción. La cuarta licitación fue ganada por la empresa Jónica SA para edificar otro estadio en Limpio.
En su denuncia, la SND solicita que el Grupo Villalba Piñeiro sea sancionado como contratista del Estado, conforme establece el artículo 72 de la ley de Contrataciones Públicas, que establece la inhabilitación, hasta por tres años, para los proveedores o contratistas que incurran en incumplimiento contractual.
un platal al vacío. El Estado destinó, en total, poco más 28.170 millones de guaraníes, más de 6 millones de dólares al cambio actual, para la construcción de los cuatro estadios, que curiosa y coincidentemente ninguno de ellos fueron terminados y entregados formalmente a la Secretaría de Deportes, que hoy está a cargo del ministro Víctor Pecci.
El caso configura un escandaloso y multimillonario daño patrimonial al Estado, al que la Fiscalía de Delitos Económicos mira con asombroso desinterés.
El boom de los estadios surgió en el segundo semestre del 2010, cuando el dirigente liberal Paulo Reichardt estaba como ministro de Deportes. El 27 de agosto de ese año el Grupo Villalba Piñeiro SA fue adjudicado con la primera licitación, para el estadio de Coronel Oviedo, por valor de 6.269 millones de guaraníes. Al mes siguiente ganó la licitación para el estadio de Carapeguá por valor de 6.129 millones de guaraníes y en el 2011 se quedó con la licitación para Concepción.
¿Cómo pudo ganar las tres licitaciones al hilo? Una pregunta que nadie sabe responder y que desata un fuerte olor a negociado.
Las obras no se pudieron entregar debido a defectos detectados en las construcciones y que fueron objetados por la SND, como deficiencias en el drenaje de las canchas, lumínica insuficiente, filtraciones de agua en vestuarios, revoques mal hechos, etcétera.
Una verificación hecha por funcionarios de la DNCP a los contratos confirmó que las obras no solo no se entregaron en el plazo establecido, sino su costo de sufrió incrementos superiores al 20% del costo inicial, lo que viola la ley de contrataciones públicas.
La DNCP está investigando las irregularidades que se cometieron en la ejecución de los contratos entre la SND y las empresas, lo que posteriormente daría lugar al inicio de un sumario que puede concluir en la inhabilitación de las mismas.
Fuente: UH