CONCEPCIÓN. Doña Cipriana Deleón cumplió ayer 106 años de vida, y los celebró con sus vecinos y familiares que se llegaron hasta esta ciudad. La mujer, que en su juventud ayudó en la enfermería del hospital instalado en la capital del primer departamento, durante los tres años que duró la Guerra del Chaco (1932-1935), nunca recibió distinción alguna. Tampoco beneficios económicos. Actualmente, no puede caminar, luego de haberse fracturado la cadera, por lo que permanece en silla de ruedas.
El día festivo se vivió en la casa donde reside Ña Sepi, como la conocen en el barrio Inmaculada, cerca del río Paraguay. El agasajo se inició a las 08:00, cuando los militares de la Banda de Músicos de la Cuarta División de Infantería llegaron a la vivienda trayendo una serenata.
Al mediodía sus vecinos y amigos la felicitaron y compartieron con ella un almuerzo. En horas de la noche siguió el festejo con una cena familiar.
La mujer actualmente se encuentra en silla de ruedas debido a una fractura que sufrió en la cadera y tiene problemas de memoria por su avanzada edad y le gusta la música paraguaya.
Sirvió a la patria
Según sus familiares, en época de la guerra con Bolivia Ña Sepi ayudó como enfermera en el hospital ubicado en la ciudad de Concepción, pero que nunca cobró ninguna gratificación por ello y mucho menos algún reconocimiento por parte de las autoridades.
Ella es madre soltera y tuvo cuatro hijos. Crió a varias generaciones de su familia con su sacrificado trabajó de lavandera; además, tuvo una despensa. Siempre fue muy emprendedora para que nunca le faltara el sustento diario a su familia
Doña Cipriana es hincha de los clubes Cerro Porteño y Nanawa de Concepción.
Tiene 9 nietos, 27 bisnietos y 5 tataranietos, quienes la cuidan y aprecian.
No cobra pensión
Ña Sepi es una de las tantas personas que acudieron al llamado de la patria a prestar servicio durante la guerra, y que no recibe la pensión y el subsidio contemplado por el Gobierno a los excombatiente de la Guerra del Chaco.
Al mediodía sus vecinos y amigos la felicitaron y compartieron con ella un almuerzo. En horas de la noche siguió el festejo con una cena familiar.
La mujer actualmente se encuentra en silla de ruedas debido a una fractura que sufrió en la cadera y tiene problemas de memoria por su avanzada edad y le gusta la música paraguaya.
Sirvió a la patria
Según sus familiares, en época de la guerra con Bolivia Ña Sepi ayudó como enfermera en el hospital ubicado en la ciudad de Concepción, pero que nunca cobró ninguna gratificación por ello y mucho menos algún reconocimiento por parte de las autoridades.
Ella es madre soltera y tuvo cuatro hijos. Crió a varias generaciones de su familia con su sacrificado trabajó de lavandera; además, tuvo una despensa. Siempre fue muy emprendedora para que nunca le faltara el sustento diario a su familia
Doña Cipriana es hincha de los clubes Cerro Porteño y Nanawa de Concepción.
Tiene 9 nietos, 27 bisnietos y 5 tataranietos, quienes la cuidan y aprecian.
No cobra pensión
Ña Sepi es una de las tantas personas que acudieron al llamado de la patria a prestar servicio durante la guerra, y que no recibe la pensión y el subsidio contemplado por el Gobierno a los excombatiente de la Guerra del Chaco.