El fiscal de Concepción Celso Morales recordó ayer que siguen prófugos 21 cabecillas de la turba que liberó en Puentesiño una megacarga de marihuana y a un narcotraficante, luego de tomar de rehenes a integrantes de una comitiva antidrogas.El representante del Ministerio Público puntualizó que entre los fugitivos figuran el exintendentable Gilberto Rojas Martínez y el concejal suplente electo Víctor Ayala López, ambos colorados.
Morales aclaró también que el exintendente Alfredo Zabala y el actual presidente de la Junta Municipal Justimiano Balbuena Cantero, los dos liberales, se encuentran con medidas alternativas a la prisión, pero imputados por el bochornoso incidente ocurrido el 4 de marzo pasado en el mencionado distrito concepcionero, cuyo nombre oficial es Sargento José Félix López.
En aquella zona, una turba compuesta por unas 500 personas tomó de rehenes por tres horas a cuatro agentes especiales de la Senad y a tres funcionarios del Ministerio Público, que capturaron con un camión repleto de marihuana al operador político colorado Odilio Sánchez Ayala, hermano del entonces intendente interino, Francisco Gavier Sánchez Ayala.
La comitiva antidrogas fue rescatada gracias a la mediación de los policías de la comisaría 15ª de Puentesiño, quienes sin embargo no pudieron evitar que la “macoña” y el detenido fueran también liberados.
Tras aquel episodio, el fiscal Morales había ordenado la captura de al menos 30 personas –muchos de ellos políticos locales– identificadas en una investigación conjunta entre el Ministerio Público, la Policía y la Senad. La pesquisa, además, derivó en la recuperación de la carga de 755 kilos de marihuana que había sido rescatada por la turba, el 15 de noviembre pasado, cuando el camionero Esperian Alarcón Escobar (56) la trasladaba hacia Pedro Juan Caballero.
Sugestivamente, la actual intendenta colorada de Puentesiño, María Laude Morel Pereira, había exigido después el cambio de los policías que recuperaron la droga, aunque hasta ahora el único destituido fue el subjefe, suboficial principal Porfirio Martínez. Este era el único agente del agrado de la jefa comunal y quien habría delatado a sus camaradas ante la cúpula política local.