Tras juntarse en la céntrica plaza decidieron marchar por algunas calles e intentaron llegar hasta una sucursal de una farmacia perteneciente también a la familia Urbieta, ubicada en Profesor Guillermo Cabral entre Don Bosco y Padre Sarmiento. La policía evitó que los manifestantes se acercaran al lugar.
Los abucheadores portaban carteles en los que pedían, entre otras cosas, la renuncia del intendente. Según decían, hay numerosos cuestionamientos contra la administración del jefe comunal. Anoche más cantidad de personas mostraban su apoyo a los manifestantes.
En tanto, los adherentes del jefe comunal se juntaron frente a la casa de este, y allí, en un discurso conciliador Alejandro Urbieta dijo que va a buscar la paz en la ciudad mediante el diálogo, y que no renunciará.
ABC