Los expertos llegaron en un avión que hizo tierra en el aeropuerto militar de la ciudad de Concepción (norte) y se desplazaron en helicóptero al Comando de Operaciones de Defensa Interna (Codi), a unos 80 kilómetros, confirmó a Efe el teniente coronel Luis Apesteguia.
El Codi es el centro desde donde se coordinan los operativos que conduzcan a Denis y a Adelio Mendoza, el peón de la estancia ganadera propiedad del exviceministro.
Al respecto, Apesteguia, portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), señaló que los procedimientos de ese cuerpo, formado por militares y policías, se mantienen sin interrupción desde el miércoles, cuando se produjo el secuestro de las dos personas, tras salir de esa hacienda en la frontera entre los departamentos de Concepción y de Amambay.
El ministro de Interior, Euclides Acevedo, anunció el jueves la solicitud de su Gobierno al de Colombia de cara a esa colaboración, que se llevará a cabo bajo la jefatura de Paraguay.
Asimismo, el ministro refirió que el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, habló con su par brasileño, Jair Bolsonaro, para reforzar la cooperación en seguridad.
FAMILIA SIN NOTICIAS DE DENIS
Denis y Mendoza habrían sido interceptados por los secuestradores cuando viajaban en una camioneta que se encontró abandonada y en su interior un pasquín firmado por la «brigada indígena» del EPP.
Las tres hijas de Denis dieron hoy una rueda de prensa en la que señalaron que siguen sin tener noticias de Denis, si bien dijeron que se sienten apoyadas por el Gobierno y los responsables de seguridad.
«Agradecemos el apoyo, tenemos el apoyo de todas las autoridades, de todos los ámbitos, nos van interiorizando de lo que están haciendo», dijo Beatriz Denis.
Preguntada por esa colaboración colombiana, indicó que la familia aceptaría «cualquier tipo de ayuda» que desemboque en la liberación de su padre y de Mendoza.
En la comparecencia se reiteró el estado de salud de Denis, necesitado de medicación diaria debido a un cuadro de diabetes e hipertensión.
Denis, que fue gobernador de Concepción y luego vicepresidente del gabinete liberal que gobernó el país entre 2012 y 2013, estaba retirado de la política y dedicado a su empresa ganadera.
El secuestro se produjo una semana después de un enfrentamiento en esa misma área entre el EPP y las fuerzas de seguridad, que se saldó con la muerte de dos niñas de once años.
El Ejecutivo aseguró tras las muertes que las menores formaban parte de la guerrilla y eran hijas de algunos de sus líderes.
Las muertes precipitaron una serie de condenas por parte de organismos de derechos humanos y exigencias al Gobierno paraguayo para realizar una investigación imparcial sobre lo ocurrido.