El procedimiento se centró en el Pabellón Obrero del reclusorio donde se incautaron 224 gramos de cocaína, 213 de marihuana, 29 dosis de crack, una balanza de precisión y nueve teléfonos celulares.
La presencia de una balanza demuestra que dentro del penal se comercializa la droga a los internos. Desde el Ministerio de Justicia resaltan que estos operativos se realizan con éxito, pero no señalan absolutamente nada sobre la prevención.
Sobre todo cómo ingresan las drogas y los celulares hasta la población penal. Si bien es verdad que se combate este hecho con las requisas no es menos cierto que no se ataca a la parte de custodia que es fácilmente vulnerable, para no decir que es cómplice del ingreso de drogas a los penales.
Fuente: HOY