Los restos del peón de la estancia “Casa Blanca” de Paso Tuyá Isaac Arce (37), ejecutado por criminales del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) con tres tiros en la cabeza el miércoles de noche, fueron sepultados ayer de mañana en medio de un profundo dolor e impotencia de los pobladores de la zona, quienes exigen el fin de los hechos violentos.
PASO TUYÁ, Dpto. de Concepción.-Los colonos de Paso Tuyá, familiares y amigos del peón Isaac Arce (37) exteriorizaron ayer su dolor y rabia contra el EPP al momento del sepelio del trabajador, que se cumplió en el cementerio local.
Antes, los restos de Arce fueron velados en el club social local, donde se hizo un acto religioso encabezado por el mismo obispo de Concepción, monseñor Miguel Ángel Cabello. También estuvieron monseñor Óscar Páez Garcete, obispo emérito; el padre Pablo Cáceres, vicario general de la Diócesis de Concepción, y el padre Derlis Álvarez, vicario del distrito de Azote’y, del cual depende administrativamente la colonia Paso Tuyá.
Monseñor Cabello pidió por la paz en el departamento de Concepción y en todo el país, en tanto que los pobladores locales decidieron no dar declaraciones debido al tenso ambiente que se vive en la zona, ya que pese al hallazgo del cuerpo del peón, hasta ahora sigue desaparecido el menor Arlan Fick Bremm, de 16 años, hijo de uno de los colonos de Paso Tuyá y que fue llevado como rehén por los criminales tras la última aparición del miércoles de noche.
Isaac Arce fue hallado sin vida la tarde del viernes, luego de que se encontrara casualmente con la columna del EPP en el monte, después del tiroteo en el que fallecieron el vicesargento 1º de Material Bélico del Ejército Hugo Andrés Monges Ramírez (21) y los integrantes del EPP Bernardo Bernal Maíz (20), alias “Coco”, y Claudelino Silva Cáceres (22).
La viuda de Arce, Mirian Benítez (23), había señalado que su marido entró el miércoles de tarde al monte para cazar, pero que como no regresaba empezaron a preocuparse por él.
Las fuerzas públicas informaron que, aparentemente, el peón salió en el paso del EPP y que había intentado enfrentarse a ellos con su arma de caza. Sin embargo, a juzgar por los rastros, el peón fue reducido, arrodillado y ejecutado de tres tiros en la parte posterior de la cabeza.
El trabajador deja una viuda, Mirian Benítez, y un hijo de apenas un mes de vida.
ABC Color