EPP planea secuestros, ataques y ejecuciones

Se tuvo acceso a los escritos incautados en la propiedad del dirigente Alejandro Ramos en Concepción, donde también se encontraron dólares del rescate del ganadero Luis A. Lindstron. Son manuscritos que, según sospecha la fiscalía, provendrían de Alcides Oviedo, recluido en la Agrupación Especializada.

Se habla de crear grupos de 10 a 15 miembros capaces de realizar secuestros, ataques al “enemigo”, apropiación de armas y “ajusticiamientos”. Quieren expandirse a otros departamentos y establecer una base cerca de la frontera con Bolivia.

Documentos hallados en el campamento del Ejército del Pueblo Paraguayo revelan los preparativos para un plan de expansión a otros departamentos. Las “Milicias del EPP” estarán compuestas de grupos de 10 a 15 miembros, preparados para realizar ajusticiamientos, retenciones (secuestros).

“La tarea principal es extender nuestra organización hacia otras zonas del primer departamento, y hacia otros departamentos dado que ya hemos logrado en 9 meses el reconocimiento nacional”, señala uno de los manuscritos hallados por la fiscalía en un campamento del grupo armado, en Horqueta, el pasado 4 de agosto.

Los logros alcanzados los alientan a convertir al equipo en una organización compuesta de varios grupos operativos, de apoyo político y logístico en varios departamentos como Caaguazú, San Pedro, Alto Paraná y otros; que pasarán a llamarse “Milicias del EPP”, y que entre otras cosas tendrá como finalidad también apoyar “la lucha campesina” realizando quema de estancias, cierre de rutas y ocupaciones de tierras.

Los equipos estarán compuestos de 10 a 15 miembros. “Servirán de apoyo político y aun de ayuda operacional a los comandos armados del EPP para realizar las acciones que requieran ajusticiamientos, retenciones, ataque a las fuerzas armadas enemigas (que serían las FF.AA.) y recuperación de armas.

El 31 de diciembre pasado, un grupo identificado como integrante del EPP había atacado un cuartel en la zona de Santa Rosa del Aguaray, San Pedro. Robó entre otras cosas dos fusiles M-16 con cargadores, chalecos antibalas y varios otros objetos.

En el escrito, se menciona que los combatientes del EPP y quienes se incorporan deben realizar acciones violentas y armadas contra “la oligarquía o contra funcionarios del gobierno o contra funcionarios de algún gobierno extranjero que nos interese atacar”.

Revela que para conseguir financiamiento deberán llevar a cabo secuestros, conjuntamente con otro grupo delictivo al que llama “el enano”. “Que ellos retengan a alguien en sus zonas y ustedes negocian y cobran y se destina el 50% de lo conseguido para el grupo de retención (secuestros)”, agrega.

Actividades vistas como necesarias

Entre las mayores necesidades del grupo armado figura la obtención de armas. “Necesitamos más fusiles. Debemos tener listos unos 10 fusiles y 5.000 tiros de proyectiles. Si tienen objetivos estudiados donde conseguir esto, deben actuar”, dice.

Construcción de fuerzas

El Ejército del Pueblo ya viene planeando la instalación de una especie de Cuartel General o campamento camuflado de estancia, aguas arriba de Bahía Negra, en la frontera con Brasil y Bolivia. Según los escritos, en estos momentos el equipo está conformado de 60 combatientes, y creen que con la integración de equipos de 10 o 15 en cada departamento, tendrán ya la “fuerza establecida”.

La fiscala Sandra Quiñónez había mencionado la similitud de los manuscritos con la letra de Alcides Oviedo, preso en la Agrupación Especializada, por el secuestro de María Edith Bordón, hecho ocurrido en el 2004.

Operativo judicial-policial

El pasado 4 de agosto, una comitiva fiscal-policial encabezada por Sandra Quiñónez y Guillermo Ortega encontró 28.000 dólares enterrados, varios documentos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y libros relacionados al presidente bolivariano Hugo Chávez, en un operativo realizado en un campamento ubicado en la compañía Ybyraty, a 15 kilómetros de Horqueta (Concepción). La propiedad pertenece al dirigente campesino Alejandro Ramos, acusado de reclutar jóvenes que son enviados a Venezuela para ser adiestrados en prácticas revolucionarias. Entre los documentos estaban los planes de expansión del grupo, alentados por los buenos resultados, obtenidos en nueve meses, según menciona.