COLONIA SGTO. JOSÉ FÉLIX LÓPEZ, Concepción (ABC). Hasta el momento, la intervención que realiza el Indert solo sirvió para asustar a campesinos. Desde que se inició, labriegos de diversos asentamientos formaban largas colas, con sus carpetitas en la mano, tratando de demostrar que sus ocupaciones son legítimas.
En los establecimientos ganaderos ilegales las actividades seguían como si nada hubiera ocurrido.
En la tarde del martes último, el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) inició una intervención administrativa en los asentamientos instalados en Antebi Cue, en tierras que pertenecen al Estado paraguayo.
Desde ese mismo día, grupos de campesinos comenzaron a acercarse a la precaria oficina del Indert en la colonia Sgto. José Félix López, conocido como Puentesiño.
Con el paso de los días, el agrupamiento inicial se transformó en una multitud. El jueves, en medio de la torrencial lluvia que azotaba la región, la gente seguía llegando a pie, en moto y a caballo, con las carpetas de referencias protegidas por una rústica envoltura.
La cuestión era llegar a la oficina del Indert para demostrar que la posesión que ejercen sobre la tierra es legítima. Los campesinos tomaron con seriedad la intervención del Indert y, obviamente, la posibilidad de que la institución les entregue una notificación de desalojo los llena de temor.
En contraste, en los grandes establecimientos ganaderos la actividad sigue como si nada, como si las tierras que están usurpando realmente fueran de su propiedad.
El Abog. Bernardo Insaurralde, titular de la Dirección de Asesoría Jurídica del Indert, confirmó que hasta la mañana de ayer las únicas carpetas que recibieron corresponden a familias de campesinos.
Por su parte, la Abog. Gail Yaluff, funcionaria de la regional de Pedro Juan Caballero, explicó que el principal problema en los asentamientos del sector Amambay de Antebi Cue es la venta de derecheras, lo que se traduce en un alto porcentaje de abandono.
Grandes estancias
El Abog. Insaurralde reconoce que hasta el momento los campesinos son los únicos que se preocupan por demostrar derechos de posesión y la Abog. Yaluff menciona el problema que causa la venta de derecheras. Es decir, el Indert conoce claramente el problema que afecta a Antebi Cue, por lo tanto se encuentra en condiciones de buscar soluciones drásticas.
Establecimientos, que supuestamente pertenecen a Ramiro Grenno, Ricardo Sanabria, Jorge Ríos, Magdaleno Silva, Toninho Motta, Simón Urunaga, fueron estructurados sobre derecheras compradas a los campesinos, razón por la cual no tienen valor legal.
Si agregamos el establecimiento “Don Papito”, en la entrada de Puentesiño, y la estancia que supuestamente pertenece al narcotraficante “Cabeza branca”, en las afueras de la misma colonia, ya tenemos un cóctel suficiente para demostrar la anarquía que impera en el Indert; en definitiva, un reflejo indisimulable de la corrupción de los funcionarios de esta institución.
La pregunta clave es ¿qué hará el Indert con estas estancias cuando pasen los cinco días establecidos para que presenten sus documentos?
De momento, según pudimos comprobar ayer, las estancias siguen ignorando la presencia del Indert, inclusive con cultivo de pasturas, desmonte y construcciones diversas. Si sintieran algo de temor por sus inversiones, hubieran interrumpido esos trabajos.
Desde ese mismo día, grupos de campesinos comenzaron a acercarse a la precaria oficina del Indert en la colonia Sgto. José Félix López, conocido como Puentesiño.
Con el paso de los días, el agrupamiento inicial se transformó en una multitud. El jueves, en medio de la torrencial lluvia que azotaba la región, la gente seguía llegando a pie, en moto y a caballo, con las carpetas de referencias protegidas por una rústica envoltura.
La cuestión era llegar a la oficina del Indert para demostrar que la posesión que ejercen sobre la tierra es legítima. Los campesinos tomaron con seriedad la intervención del Indert y, obviamente, la posibilidad de que la institución les entregue una notificación de desalojo los llena de temor.
En contraste, en los grandes establecimientos ganaderos la actividad sigue como si nada, como si las tierras que están usurpando realmente fueran de su propiedad.
El Abog. Bernardo Insaurralde, titular de la Dirección de Asesoría Jurídica del Indert, confirmó que hasta la mañana de ayer las únicas carpetas que recibieron corresponden a familias de campesinos.
Por su parte, la Abog. Gail Yaluff, funcionaria de la regional de Pedro Juan Caballero, explicó que el principal problema en los asentamientos del sector Amambay de Antebi Cue es la venta de derecheras, lo que se traduce en un alto porcentaje de abandono.
Grandes estancias
El Abog. Insaurralde reconoce que hasta el momento los campesinos son los únicos que se preocupan por demostrar derechos de posesión y la Abog. Yaluff menciona el problema que causa la venta de derecheras. Es decir, el Indert conoce claramente el problema que afecta a Antebi Cue, por lo tanto se encuentra en condiciones de buscar soluciones drásticas.
Establecimientos, que supuestamente pertenecen a Ramiro Grenno, Ricardo Sanabria, Jorge Ríos, Magdaleno Silva, Toninho Motta, Simón Urunaga, fueron estructurados sobre derecheras compradas a los campesinos, razón por la cual no tienen valor legal.
Si agregamos el establecimiento “Don Papito”, en la entrada de Puentesiño, y la estancia que supuestamente pertenece al narcotraficante “Cabeza branca”, en las afueras de la misma colonia, ya tenemos un cóctel suficiente para demostrar la anarquía que impera en el Indert; en definitiva, un reflejo indisimulable de la corrupción de los funcionarios de esta institución.
La pregunta clave es ¿qué hará el Indert con estas estancias cuando pasen los cinco días establecidos para que presenten sus documentos?
De momento, según pudimos comprobar ayer, las estancias siguen ignorando la presencia del Indert, inclusive con cultivo de pasturas, desmonte y construcciones diversas. Si sintieran algo de temor por sus inversiones, hubieran interrumpido esos trabajos.
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