Se trata de Benjamín “Toto” Lezcano (53), dirigente campesino quien fue asesinado de varios disparos cuando se encontraba frente a su domicilio en Núcleo 4, Arroyito, distrito de Horqueta, departamento de Concepción.
Según los primero datos, llegaron dos hombres a bordo de una motocicleta hasta el domicilio de Lezcano y sin mediar palabras abrieron fuego contra el dirigente y se dieron a la fuga.Lezcano recibió al menos 15 impacto de bala, de fusil FAL.
La policía local realizó incursiones en los alrededores de la escena del crimen con el fin de encontrar rastros de los homicidas pero no lograron obtener resultados, según informes de nuestra Redacción Regional.
Benjamín Lezcano es un conocido activista rural que se opone a las plantaciones de soja en esa zona del país y también a la utilización de semillas genéticamente modificadas. También era un férreo opositor a la instalación de la compañía canadiense Rio Tinto Alcan.
Fue dirigente y miembro de organizaciones campesinas, como la Articulación Rural y Urbana de Concepción (ARUC) y la Coordinadora Campesina “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia”.
Benjamín Lezcano había recuperado recientemente su libertad, luego de que el 31 de octubre de 2012 fuera capturado por agentes de Antisecuestro, en la vía pública de las inmediaciones de su casa en compañía de Rubén Darío López Fernández (30), otro conocido dirigente labriego que era buscado en ese momento por transgresión a la Ley Nº 4024, que castiga los hechos punibles de terrorismo, asociación terrorista y financiamiento del terrorismo.
Era con relación a un mensaje de texto enviado a un periodista de la zona, a quien advirtieron que el EPP asesinaría a todo aquel que traicione o se interponga a su “lucha”.Lezcano también tenía en aquel entonces dos órdenes de captura en su contra, por coacción grave y rebeldía, en el marco de investigaciones por invasión de inmueble ajeno. Tiempo atrás era uno de los principales dirigentes campesinos de la zona Norte, junto a Alejandro Ramos Morel y José Villalba, ambos supuestos militantes del EPP y que están fugitivos.
Algunos de los investigadores insinuaron anoche que el asesinato del citado campesino sería una “quema de archivo”, ya que desde hace varios años se sospechaba que conformaba el soporte logístico de la banda de secuestradores autodenominada EPP.
Fuente: ABC
Según los primero datos, llegaron dos hombres a bordo de una motocicleta hasta el domicilio de Lezcano y sin mediar palabras abrieron fuego contra el dirigente y se dieron a la fuga.Lezcano recibió al menos 15 impacto de bala, de fusil FAL.
La policía local realizó incursiones en los alrededores de la escena del crimen con el fin de encontrar rastros de los homicidas pero no lograron obtener resultados, según informes de nuestra Redacción Regional.
Benjamín Lezcano es un conocido activista rural que se opone a las plantaciones de soja en esa zona del país y también a la utilización de semillas genéticamente modificadas. También era un férreo opositor a la instalación de la compañía canadiense Rio Tinto Alcan.
Fue dirigente y miembro de organizaciones campesinas, como la Articulación Rural y Urbana de Concepción (ARUC) y la Coordinadora Campesina “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia”.
Benjamín Lezcano había recuperado recientemente su libertad, luego de que el 31 de octubre de 2012 fuera capturado por agentes de Antisecuestro, en la vía pública de las inmediaciones de su casa en compañía de Rubén Darío López Fernández (30), otro conocido dirigente labriego que era buscado en ese momento por transgresión a la Ley Nº 4024, que castiga los hechos punibles de terrorismo, asociación terrorista y financiamiento del terrorismo.
Era con relación a un mensaje de texto enviado a un periodista de la zona, a quien advirtieron que el EPP asesinaría a todo aquel que traicione o se interponga a su “lucha”.Lezcano también tenía en aquel entonces dos órdenes de captura en su contra, por coacción grave y rebeldía, en el marco de investigaciones por invasión de inmueble ajeno. Tiempo atrás era uno de los principales dirigentes campesinos de la zona Norte, junto a Alejandro Ramos Morel y José Villalba, ambos supuestos militantes del EPP y que están fugitivos.
Algunos de los investigadores insinuaron anoche que el asesinato del citado campesino sería una “quema de archivo”, ya que desde hace varios años se sospechaba que conformaba el soporte logístico de la banda de secuestradores autodenominada EPP.
Fuente: ABC
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